Gustavo Godoy, nieto recuperado, estuvo en Río Cuarto para el acto de inauguración del mural de Abuelas de Plaza de Mayo.
Gustavo Godoy Ferreyra tiene 35 años, aunque apenas hace 9 años pudo saber quien era realmente y cuál fue la historia que le ocultaron militares y apropiadores.
En Campo de Mayo, dictadores lo secuestraron a sus padres y él fue entregado a una familia que lo trasladó a Paraguay.
«Soy uno de los nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo y estoy tratando de difundir los murales por la identidad», resaltó.
En diálogo con Telediario recordó que se crió en Asunción y comenzó a dudar sobre su origen cuando llegó a Córdoba para estudiar una carrera universitaria.
En el 2001 se sometió a una prueba de ADN y dos años después pudo conocer que era hijo de Oscar Godoy y Olga Ferreyra, quienes permanecen desparecidos.
Gustavo pudo reencontrarse con sus padres biológicos y comenzó una reconstrucción histórica que lo convirtió en otro estandarte de lucha.
«En el 2003 me entregan el resultado y me confirman que era desaparecido. Es fundamental el rol que cumplieron las Abuelas, porque ellas sintetizan la pelea de nuestros padres», resaltó.
Añadió que no guarda rencores con sus apropiadores. «Cuando arranqué esto quería sumar y no restar. Ellos sabían del riesgo que asumían cuando decidí buscar mi identidad. No me apropió un militar ó alguien que hubiese torturado ó matado a mis padres. De todos modos, ellos se metieron en el circuito delictivo y se tendrán que hacer cargo», aseveró.