Figuras del fútbol femenino en un picadito con chicos del San Eduardo

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La iniciativa forma parte de un programa de asistencia y prevención con chicos en riesgo. El objetivo es sumar a otras figuras del deporte para contener y prevenir la marginalidad.

 

Una de las jóvenes convocadas es figura del fútbol femenino en Racing y la selección. La otra, llegó desde de la región y ya triunfa en River. Ambas participaron de un encuentro solidario en Río Cuarto, colaborando en la contención de los chicos más vulnerables en el barrio San Eduardo.
Adrian Bilarik, impulsor de la iniciativa, manifestó a Telediario que «el proyecto surge del Centro Comunitario Conviven de Buenos Aires yapunta a unificar la tarea en los barrios».
Añadió que «se trata de integración social a través del fútbol y convocando a deportistas de elite, que brindan su ejemplo»
Por su parte, Romina, una de las organizadoras, señaló que «se trata de un incentivo para los chicos observar que hay un igual que ha podido llegar tan lejos».
Una de las mamás del barrio San Eduardo afirmó que «se necesitan oportunidades para que los chicos no terminen abandonados».
«En el barrio no hay posibilidades para los niños y no queremos que lleguen a la juventud tan desinteresados. Amo al San Eduardo y les pido a todos que nos apoyen en esta idea», aseveró.

«Toda la vida jugué con hombres»

Layla Espamer comenzó a formarse futbolísticamente en el fútbol con varones y tras probarse en Racing, el entrenador de la selección nacional sub 20 la incorporó en la convocatoria.
“Pasé por lo que pasan todas las chicas que no tienen lugares para jugar. Toda la vida jugué con hombres, era la única que se prendía en la primaria”, recordó.
Para Layla, “hay mucho machismo al principio pero al final del partido se ven los resultados”.
“En el 2011 estuve en la selección y ahora me convocaron nuevamente para la sub 20″, manifestó.
Para María Belén Cruceño, los picaditos en Alejo Ledesma fueron la excusa perfecta para disputarle a los varoncitos del pueblo un puesto entre los titulares.
“No había otras chicas que jugaran conmigo, pero me adapté.  Cuando empecé a participar en otros pueblos, me vieron y pude probarme en River. Ya jugué un superclásico y perdimos”, comentó entre risas.

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