«Sinfonía de Corazón y Barrio», la música que integra y contiene

0
Compartir

La práctica forma parte del proyecto de orquesta barrial y sus lecciones de integración artística. El resultado es aún imprevisible, pero invita a ilusionarse con una orquesta sin límites sociales.

 

 

 

 Segundo informe

 

A metros de la ribera del río, la sala de prácticas en la Casa del Sol está repleta de chicos. El boca a boca les anticipó una tarde fría y ventosa con música de violín. La práctica forma parte del proyecto de orquesta barrial y sus lecciones de integración artística.
Benjamín tuvo una idea: convertir en sonidos para todos de esa recreación musical que imaginó frente al director de la orquesta. Los chicos siguieron con atención a la espera de una nueva oportunidad para recrear la mágica experiencia de la melodía clásica.
El bullicio de los talleres en el edificio recuperado del ex Matadero entorpece el silencio generalizado de la siesta de invierno. Los chicos se dejan impresionar por los dictados de la orquesta , como actores fundamentales de un escenario improvisado.
No solo se trata de incluir, sino de comprometer el aprendizaje con la formación crítica de los más chicos. El resultado es aún imprevisible, pero invita a ilusionarse con una orquesta sin límites artísticos ni sociales.
Benjamín juega a la orquesta, confiado en rescatar su historia, entre tantas historias. Con el deseo de poder tener su propio instrumento, confía en que la práctica que se inició en Oncativo lo encontrará sobre algún escenario, con músicos a la par. Benjamín es parte de un relato musical, con notas que no dejan de reproducirse.

 

Primer informe

 

La orquesta barrial es una ambiciosa apuesta cultural y de vinculación social que sumó a más de medio centenar de inscriptos. La iniciativa busca contener y promover capacidades artísticas en los chicos de los sectores más vulnerables de la ciudad.
Uno de los protagonistas es Benjamín,  un niño de Alberdi para quien la música es el relato donde confluyen la reunión con amigos, las postales del barrio y sus expresiones culturales.
Las prácticas musicales son el lugar común de un sueño que ahora tiene acordes propios. Como un llamador de historias, el violín presume el anticipo de una orquesta aún desafinada, donde son los niños son los primeros en dar la nota.
La música los unificó en un espacio que comienzan a descubrir. Esos raros instrumentos surgieron como una oportunidad que los concentra cada tarde. La orquesta barrial se presentó como un proyecto municipal para integrar, contener y promover las manifestaciones artísticas. La convocatoria sumó a chicos de Oncativo, el ex Matadero y barrio Obrero, tres de las barriadas marginales signadas por la cultura que incluye.
Extraer la aristocracia de la música clásica de los templos teatrales ó conservatorios revela un cuadro revolucionario en los centros comunitarios de la ciudad. Una invitación inédita que vulnera límites y somete los prejuicios a las risotadas felices de quienes aspiran a ser parte de la nueva orquesta.
El histórico edificio de telón sanguíneo da lugar a ese encuentro místico de la música y los chicos. Algunos llegaban por primera vez al Teatro Municipal, otros jamás habían observado una orquesta con violonchelo y contrabajo. Ninguno de ellos habrá imaginado que aquella carta de presentación, se convertiría en el primer capítulo de una secuencia que los tendrá como principales protagonistas.
Cierra el telón y vuelven a convocarse las imágenes del barrio. La experiencia habrá resultado inolvidable, pero no será la única. La orquesta volverá a escucharse en el interior de los salones comunitarios, en un contexto altruista de músicos y chicos que apuestan a serlo.

 

Producción, guión y entrevistas: Pablo Callejón.
Cámara: Walter Castellano.
Edición: Raúl Amati.

 

Commentarios

commentarios

Compartir