Casi un centenar de riocuartenses se suman al encuentro con Francisco

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«No traigo oro ni plata, traigo lo más valioso; Jesucristo» dijo el Papa. Francisco presidirá la Jornada Mundial de la Juventud del 23 al 28 de julio en Río, un «Woodstock católico» como se la ha llamado.

 

Francisco ya está en Brasil para su histórica visita a Latinoamérica. En Río de Janeiro ya se encuentra casi un centenar de riocuartenses, que participarán de las Jornadas Mundiales de la Juventud.

El Papa habló en el Palacio Guanabara, la sede de la gobernación de Río de Janeiro, donde se realizó la ceremonia oficial de bienvenida, con la participación de la presidenta Dilma Rousseff.

Jorge Bergoglio llegó a bordo de un helicóptero, luego de un traslado en automóvil cerrado durante la mayor parte del trayecto desde el aeropuerto, y en el «papamóvil» descubierto que atravesó unas 10 cuadras del centro de Río, ante miles de jóvenes que lo saludaban a su paso.

«No traigo oro ni plata, traigo lo más valioso; Jesucristo», dijo el sumo pontífice.
El primer papa latinoamericano de la historia, de 76 años, ha mostrado su fuerte carisma y dado muestras de que busca una Iglesia más simple y más cercana a los pobres desde que fue entronizado en marzo, tras la sorpresiva renuncia de Benedicto XVI.
Francisco presidirá la Jornada Mundial de la Juventud del 23 al 28 de julio en Río, un «Woodstock católico» como se la ha llamado, a la que asistirán cerca de 1,5 millones de personas. También viajará a Aparecida, el mayor santuario católico de Brasil, en el estado de San Pablo.

Papa Francisco
El contacto del papa con los jóvenes será sin gran pompa. Se prevé que sus actos improvisados y su voluntad de «oler a oveja» como su rebaño -como él mismo dice- pongan a prueba los servicios de seguridad, por ejemplo cuando visite el jueves una pequeña favela gris y plana de la zona norte de Rio, o cuando presencie el viernes representaciones de las 14 estaciones del vía crucis en la avenida que bordea la playa de Copacabana.

El papa llega a Brasil poco después de las históricas manifestaciones de junio por mejores servicios públicos, contra la corrupción y los gastos del Mundial de fútbol de 2014, y que terminaron muchas veces en violentos enfrentamientos con la policía, saqueos y destrozos.

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