«La ordenanza que prohíbe la pirotecnia salvará vidas» – Las Voces del Día

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Carta enviada al intendente Juan Jure por la Sociedad de Pediatría

Nos dirigimos a Ud. a fin de hacer llegar la opinión de la Sociedad Argentina de Pediatría, con sus correspondientes fundamentos, acerca de la Ordenanza recientemente promulgada por el Honorable Concejo Deliberante sobre la fabricación y venta de pirotecnia en nuestra ciudad.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría apoyamos decididamente la ordenanza promulgada por el HCD que regula la venta de pirotecnia en la ciudad, facilitando su uso en espectáculos públicos debidamente controlados, y desalentándola en el ámbito doméstico, mediante la prohibición de la fabricación y venta minorista.
En Argentina más de 1000 personas por año deben ser asistidas en instituciones de salud por lesiones por pirotecnia durante las festividades de fin de año. El 50% son niños, y el 75% son varones. Muchas lesiones son graves, comprometen la vida, y un porcentaje importante de los lesionados queda con secuelas que van desde la pérdida de un ojo, pasando por incapacidades, mutilaciones o feas cicatrices por quemaduras que acompañarán al paciente de por vida, hasta daños auditivos.
• No resulta suficiente prohibir el manejo de pirotecnia por parte de los menores, pues más de la mitad de los niños que se lesionan no estaban utilizando artefactos de pirotecnia, sólo estaban mirando. Se sabe que en muchos casos hay adultos supervisando el uso de pirotecnia.
• Tampoco basta con permitir solamente el uso de artefactos aprobados. No existe pirotecnia segura ni de bajo riesgo: todas pueden producir lesiones. Es recomendable no utilizar pirotecnia clandestina, pero no es suficiente, ya que muchas lesiones se producen con artefactos autorizados. Los accidentes ocurren con cualquier tipo de pirotecnia, legal o ilegal, porque dependen no sólo de la calidad del producto sino también de las condiciones e intenciones de su uso. Estos productos son utilizados durante las fiestas de fin de año por personas sin experiencia ni capacitación profesional alguna en el manejo de explosivos.
• Un argumento frecuente es que se debe educar en lugar de prohibir. Las características de los artefactos de pirotecnia hacen imposible un manejo seguro por parte de la población en general. Se considera a la pirotecnia un juego, parte de un festejo, y no se calibra los riesgos que conlleva. Juega un papel también el consumo excesivo de alcohol en las fiestas, que disminuye el umbral de alerta y precaución en los adultos.
Para dar un ejemplo proveniente de la seguridad vial: usaríamos sólo la educación para que los conductores de motocicletas utilicen cascos? O, como sucede en nuestra ciudad, prohibiríamos circular sin casco?
La Policía Caminera debería dar una charla sobre Educación Vial a los vehículos que no cumplen las normas? O, como sucede, aplicará severas multas a los infractores?
La lógica, y los expertos internacionales aconsejan concientizar a la población, pero contar con medidas de cumplimiento efectivo para disminuir los accidentes.
• Se dice también que muchas actividades humanas con base tecnológica conllevan riesgos, que deberán minimizarse, y se da como ejemplo el manejo de automóviles o la utilización de electricidad. Me permito señalar una muy obvia ecuación costo/beneficio. Son innumerables las ventajas que trae a toda la humanidad la utilización de energía eléctrica, o el traslado en automóviles; en estos casos, se deberán minimizar los riesgos, pero claramente estaremos a favor de su uso. La pirotecnia doméstica proporciona un rato de diversión, que a veces se paga con alto costo, en lesiones, en vida y en erogación para los servicios de salud. No hay beneficio para la sociedad con el uso de la pirotecnia, salvo, claro está, para quienes la comercializan; y creo que es importante tener en cuenta el bienestar y la seguridad de todos.
• Hay varios ejemplos de ciudades argentinas que han prohibido la comercialización minorista y el uso doméstico de pirotecnia. Nuestra vecina Río Tercero, después de haber sufrido la grave explosión de 1995, modificó la legislación sobre el uso de pirotecnia. Lo mismo hicieron varias ciudades patagónicas, y la Provincia de Tierra del Fuego.
En la provincia de Neuquén se prohibió por ley, en diciembre del año pasado, la venta minorista y la utilización doméstica de pirotecnia. Neuquén lleva prolijas estadísticas de lesiones por pirotecnia desde hace muchos años. Como directa consecuencia de la ley, bajaron los accidentes por este motivo más de un 60% en las últimas fiestas, pese a que la promulgación de la ley era muy reciente.
Según diversas organizaciones nacionales e internacionales, la prohibición de la tenencia, manipulación, venta y uso particular de pirotecnia es considerada la única estrategia efectiva para disminuir el riesgo de ocurrencia de lesiones, ya que las características de estos elementos hacen imposible el manejo seguro por parte de la población general, como lo prueban los daños a que hacemos referencia.
La organización de espectáculos públicos por parte de autoridades o empresas debidamente autorizadas y en manos de expertos que garanticen las condiciones de seguridad es la alternativa recomendada.
Estamos convencidos que la ordenanza aprobada en el Concejo Deliberante de la ciudad de Río Cuarto salvará vidas y evitará lesiones, además de los beneficios que se lograrán en materia de conservación del medio ambiente, cuidado de personas discapacitadas, y resguardo de las mascotas.
Hemos notado una repercusión muy favorable de la noticia en medios de comunicación nacionales, y en nuestra Sociedad científica, a nivel local y a nivel nacional. Creemos que será un orgullo para Río Cuarto marcar un camino diferente y comprometerse en forma concreta con el bienestar de su población.

 

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