Los principales desafíos de Nicolás Maduro.
Pocos días después de la muerte de Hugo Chávez, se programaron las elecciones que asignarían al sucesor del líder fallecido. El 14 de abril pasado se llevaron a cabo así, los comicios que consagraron a Nicolás Maduro, el candidato que el mandatario había designado como sucesor para continuar con su legado.
Lejos de lo que habían vaticinado los analistas y las encuestas de intención de voto, el candidato oficialista obtuvo una victoria muy ajustada respecto de su principal opositor, Henrique Capriles, a quien le ganó por apenas 1.59 puntos porcentuales.
Atendiendo a los resultados que había alcanzado Chávez en las últimas presidenciales, mediante las cuales obtuvo la reelección (que no alcanzó a asumir), se suponía que Maduro a tan solo seis meses, heredaría casi intacto el caudal de adhesiones de su antecesor fallecido, teniendo en cuenta la inmediatez de la celebración de los comicios.
Pero lo cierto es que el resultado cerrado puso de manifiesto que Maduro no es Chávez, y que la legitimidad basada en el carisma del líder es intransferible.
Se cuestionó incluso, la transparencia del proceso electoral, y la oposición nucleada en la Mesa de la Unidad Democrática denunció fraude y apeló al recuento de votos.
En las anteriores elecciones celebradas en Octubre de 2012, el PSUV había impuesto su victoria por más de diez puntos. En cambio el resultado de los últimos comicios, hablan a las claras de una sociedad dividida a la mitad; El 50.66% se expresó a favor del proyecto oficialista, en tanto que el 49.07% se situó en la oposición.
A esta altura, se delinean los principales desafíos internos y externos a los que habrá de afrontar el sucesor para continuar con el modelo. Modelo en el sentido estricto del término, entendido como accionar de Gobierno de acuerdo a una política económica definida, la cual se implementó en la gestión doméstica y exterior.
Ampliación de la base de legitimidad y continuidad del conjunto de políticas sociales
La continuidad y profundización del conjunto de políticas sociales implementadas durante catorce años de Gobierno Chavista, traducidas en la disminución del desempleo, la distribución de la riqueza, la creación de mercados populares con productos subvencionados por el Estado, las campañas de alfabetización, la ampliación del alcance de la educación pública, la atención primaria de la salud garantizada y la disminución de la tasa de mortalidad infantil, han de ser pilares necesarios pero no suficientes para el fortalecimiento de la base de legitimidad (factor subjetivo que tiende a disminuir en el ejercicio del mandato) del líder recientemente consagrado.
Es condición indispensable que la continuidad del modelo se complemente con efectivas soluciones que logren dar respuestas a lo que la sociedad expone como principales problemáticas; El nivel de inseguridad, la alta tasa de suicidio, la degradación de los servicios públicos y el índice de inflación Venezolano, que junto al Argentino se corresponde con uno de los más altos de América Latina.
Diversificar la matriz productiva y profundizar el proyecto Bolivariano de integración regional
Diversificar la estructura productiva de exportación basada casi exclusivamente en el petróleo, es uno de los principales desafíos que deberá resolver Venezuela; no solo porque es el sustento de las políticas sociales implementadas, sujetas al factor impredecible del precio del crudo, sino además, porque exige que Estados Unidos se mantenga como principal comprador: Se trata de un socio económico ideológicamente opuesto a los preceptos Venezolanos, que cuestiona el triunfo del PSUV en las urnas y que aspira a su vez, a morigerar su dependencia de la importación experimentando en el terreno de los biocombustibles.
A nivel externo y mientras se mantenga la constelación de líderes latinoamericanos proclives al proceso de integración regional, se espera que Maduro (que acompañó a Chávez en el proyecto Bolivariano desde su génesis, como Ministro de Relaciones Exteriores y como Vicepresidente de la Nación) no tenga porqué enfrentar mayores dificultades.
(Tras asumir como Presidente, Nicolás Maduro firmó con Argentina doce convenios que tienden a profundizar las relaciones bilaterales entre los dos países)
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