«Tengo miedo por lo que le pasó a mi hermano, pero no queda otra»

0
Compartir

El hermano del carrero que murió atravesado por una lanza sobrevive también en un carro y espera por Justicia. Marcelo Steffanía advirtió que «se necesita un mayor aporte del Estado para contener a personas con discapacidad»

 

Rubén Reyes tiene 53 años y una vida condicionada por la pobreza y el abandono social. El recuerdo le impide reconocer cuándo comenzó a cirujear por las calles de Río Cuarto, como lo hizo su hermano, Juan Carlos, quien falleció tras un accidente automovilístico sobre calle San Martín.
La víctima fue atravesada por una lanza del carro tras el impacto y luego de varias semanas de recuperación, falleció producto de una «muerte súbita».
Rubén vivía junto a su hermano en el Hogar Madre María de Dios, de los esposos Steffania, quienes le dieron contención tras años de marginalidad y desolación enlas calles.
«Era un hombre de la calle, trabajaba con el carrito, en changas. El que lo chocó no se paró, no se volvió, él quedó solo…», recuerda Rubén en diálogo con Telediario.
Afirmó que «nuestra vida siempre fue de necesidades, en el campo, donde no teníamos para comer todos los días».
«Yo trabajo de carrero. Junto cartones, hierros, chatarra, lo que encuentro. Ahora me da miedo lo que pasó con mi hermano, pero no queda otra. Lo voy a extrañar mucho a Juan Carlos», destacó.
Marcelo Steffanía advirtió que «se necesita un mayor aporte del Estado para contener a personas con discapacidad»
«Los hermanos tienen problemas de discapacidad. A Juan Carlos lo habían rescatado de una perrera, donde estaba tirado… con enfermedades en la piel… y lo trajeron acá», señaló.
Steffanía precisó que el Hogar no es un espacio de reclusión y que las personas asistidas «no tienen impedimentos para ingresar ó retirarse».
«Para nosotros es muy difícil. Acá viene gente que ha pasado por muchas circunstancias. Les damos techos, comida y la ropa. Más no podemos hacer…», reflexionó.

Commentarios

commentarios

Compartir

Dejar una respuesta