«La mala información estadística termina provocando más inflación»

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Para el INDEC, en Río Cuarto hay solo 1.700 pobres.  Segùn el economista Miguel Bosch «en Río Cuarto se observa un porcentaje de gente con necesidades no cubiertas superior al reflejado por las estadísticas -del organismo nacional-«.

 

Luego de que el INDEC señalara que en Río Cuarto hay solo 1.700 pobres, el economista de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Miguel Bosch, manifestó que «la mala información estadística termina provocando más inflación»
Bosch está a cargo del proyecto que refleja el alza de precios en la ciudad y que es utilizado como referencia por empresas y sindicatos.
«Si el nivel de necesidades insatisfechas está medida con indicadores por debajo de lo real, se advierte que habría más pobres de lo que indica el INDEC», aseveró.
Bosch sostuvo que «en Río Cuarto se observa un porcentaje de gente con necesidades no cubiertas superior al reflejado por las estadísticas -del organismo nacional-«.
Añadió que «la mala información genera una formación de expectativas sobre los precios futuros que aparecen sobreestimados».
«La ignorancia y la incertidumbre sobre lo que va a pasar provoca inflación. Los comerciantes ajustan los precios al peor escenario posible, es decir, suben por el índice más alto para cubrirse. La mala información promueve alza de valores y hace imprevisibles los convenios, por ejemplo, de alquiler», manifestó.
Bosch sostuvo que «si no hay parámetros para fijar contratos los plazos se achican y para comprar un televisor, en lugar de tener 40 cuotas me ofrecen 12».

Las cifras

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) una persona necesita 233,13 pesos al mes para no ser considerada indigente, lo que representa la suma de 7,77 pesos diarios.
El organismo reveló que la Canasta Básica Alimentaria (CBA) de una persona adulta se ubicó en enero en 233,13 pesos, lo que representa un incremento del 0,18 por ciento respecto del mes anterior y del 12,44 por ciento respecto a enero del año pasado.
En tanto, la Canasta Básica Total (CBT) con la que se calcula la línea de pobreza, indica que una persona necesita más de 529,31 pesos para no ser considerada pobre.
Esta cifra representa un incremento del 1,37 por ciento respecto de diciembre y del 14,86 por ciento en relación con enero de 2012, incrementos que superan largamente el cuestionado índice de precios al consumidor que mide el organismo.
Una familia tipo compuesta por dos adultos y dos menores de diez años, necesita 720,37 pesos mensuales para no ser catalogada como indigente, mientras que requiere de 1.635,56 pesos mensuales para no caer en la pobreza.
Tanto las familias consideradas indigentes como pobres destinan el mayor porcentaje de sus ingresos a la compra de alimentos, un rubro que según el INDEC aumentó 0,3 por ciento.

Casi sin pobres

El índice de indigencia comprendida dentro de la pobreza, bajó al término del 2012 hasta el 1,5% desde el 1,7% de fines de 2011, consignó el organismo.
Las bajas más significativas en el Índice de Pobreza se anotaron en regiones como San Juan, que pasó del 11,1% de fines del 2011 al 5,8% del segundo semestre del 2012, Gran Resistencia (Chaco) del 14,2% al 5,9%; Tucumán, del 7,2% al 4,2%; y Río Cuarto (Córdoba) del 9,2% al 3,9%.
Entre ambas mediciones, la economía mostró un crecimiento del  1,9%, al tiempo que la tasa de desocupación fue del 6,9% -dos décimas por encima del 6,7% de fines de diciembre del 2011-, y funcionó a pleno el plan de Asignación Universal por Hijo.
En diciembre de 2012, la Canasta Básica Alimentaria, la cantidad de alimentos mínimos e imprescindibles que requiere una persona para subsistir, mostró un alza interanual del 13,3%, por lo que una pareja, con dos hijos de entre seis y ocho años, necesitaron   719,07 pesos para no caer por debajo de la línea de indigencia.
Ese mismo grupo familiar requirió de 1.613,42 pesos para hacerse de la Canasta Básica Total, que además de los alimentos, reúne algo de indumentaria y transporte, y que ubica a ese núcleo por sobre la línea de la pobreza.
El mes pasado, el ministro de Planificación Federal, Julio de Vido sostuvo que para el Gobierno Nacional “la pobreza es un enemigo a combatir, no un valor a respetar” y que por ese motivo se le dará “una pelea sin cuartel” que debe incluir un “proceso de redistribución del ingreso de la calidad y de la profundidad que llevaron adelante Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner”.
En el primer semestre de 2003, en plena salida de la crisis post Convertibilidad, el índice de pobreza alcanzaba al 54% de la población, de los cuales la mitad, 27,7%, eran indigentes.
En la actualidad, los menores niveles de pobreza se registran en Ushuaia, con el 1,2%; Santa Rosa, 1,5%; y 2,2% en la Ciudad de Buenos Aires.
Por contrapartida, las regiones con mayor nivel de pobreza se dieron en Corrientes, con el 11,8%; Concordia, 8,6%; Catamarca, 8,0%; y Neuquén, 7,8%, entre otras.
En el Gran Buenos Aires, donde reside casi un tercio de la población total del país, los niveles de pobreza alcanzaron al 6,6 % de los habitantes (6,9% entre julio y diciembre del 2011), entre los cuales, 2,21 %, son indigentes (1,4% anterior).

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