Esta planta posee una gran capacidad de almacenaje y es considerada como uno de los alimentos del futuro. Es muy útil, ya que se pueden consumir sus hojas y sus semillas. Es considerado un pseudocereal debido a que sus propiedades son muy similares a las de un cereal, pero posee marcadas diferencias que le dan a este alimento un alto valor proteico. Sus hojas son una excelente fuente de proteínas, contienen un elevado porcentaje de fibra, vitamina A y C, calcio, hierro y magnesio. Para su consumo, se recomienda hervirlas previamente, ya que las hojas pueden tener altos niveles de oxalatos y nitratos que reducen la absorción de algunos nutrientes. La semilla de amaranto no posee gluten, por lo que es un alimento apto para celíacos. Posee un alto contenido proteico, alrededor del 15-18 por ciento y altos niveles de lisina, que es un aminoácido esencial para nosotros, que comúnmente se encuentra en menor cantidad en otros cereales, lo cual eleva su calidad proteica. Nos brinda un excelente balance de aminoácidos y la digestibilidad de su grano es del 93 por ciento. Contiene entre un 6-8 por ciento de grasas saludables debido a la presencia de ácido oleico y linoléico. Estos ejercen una acción beneficiosa sobre los vasos sanguíneos y el corazón, aumentan el HDL o «colesterol bueno», reducen el colesterol total y los niveles de triglicéridos. Además, posee carbohidratos complejos, almidón, fibra, vitaminas del complejo B, A, C y E, minerales como el fósforo, potasio, magnesio, hierro y calcio. Estas semillas son buenas fuentes de flavonoides antioxidantes.
Fuente www.lavoz.com.ar
Horacio Vivir Mejor