«Los castigos corporales todavía existen y muchos creen que es lícito»

0
Compartir

Lo diujo la doctora Vaisman, quien defendió el proyecto de reforma en el Código Civil, que incluye la eliminación «del poder correctivo» con chirlos. Vaisman manifestó que «hubo un cambio cultural en el último tiempo en la relación padre e hijo»

 

Desde hacía años, el Comité de los Derechos del Niño reclamaba eliminar del Código Civil la facultad de los padres para aplicar sobre sus hijos el “poder de corrección” a través de «chirlos».
La médica pediatra Ingrid Vaisman respaldó la medida en diálogo con Telediario y rec0rdó que «es un reclamo de las Naciones Unidades desde el 2006».
«Hay una diferencia física muy grande entre un niño y un adulto. El límite entre un simple chirlo y el maltrato es borroso. Los adultos castigan cuando están enojados y no miden sus fuerzas», indicó.
Para la especialista, «hay que ponerle límites a los niños con firmeza, pero con cariño, sin caer en la violencia física»
«En la violencia contra las mujeres se decía que era solo un  delito privado y ahora estamos viendo lo que significa el femicidio. En lo que no tenemos respuestas es en el tipo de sanción para un padre que le propina un chirlo a su hijo. Alejar a la criatura de sus padres solo podría complicar el problema», reflexionó.
Vaisman manifestó que «hubo un cambio cultural en el último tiempo en la relación padre e hijo y quizás, caímos en el extremo de que los papás se creen amigos de sus chicos».
«Los castigos corporales todavía existen y muchos creen que es lícito», señaló.

Cambios en el Código Civil

El llamado poder de corrección fue incorporado bajo el concepto de patria potestad que entendía al hombre como dueño de la mujer y sus hijos. Más de un siglo después, esta reforma del Código Civil plantea a los padres como los encargados de “prestar orientación y dirección” a sus hijos y prohíbe expresamente los malos tratos –sean físico o psíquicos– y el “castigo corporal en cualquiera de sus formas”.
Hoy, la ley de violencia familiar prohíbe los “chirlos” y los padres que los utilizan podrían ser denunciados. Aunque parezcan de película vieja, los chirlos mantienen la vigencia que el Código perdió.
La pediatra y psicoanalista Felisa Lambersky de Widder, asegura que “son muy comunes, más de lo que uno cree. Aparecen cuando el padre se siente impotente y no sabe imponer su autoridad, entonces recurre a los chirlos. Los padres deben entender que hay otras formas educativas y por eso me parece muy bien que se eliminen del Código. El chirlo humilla a los chicos, los hace sentir sometidos. No hay que usar el cuerpo como castigo porque el cuerpo deja marcas psíquicas”.

Commentarios

commentarios

Compartir

Dejar una respuesta