Incontinencia urinaria

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Consiste en la pérdida involuntaria de orina. El afectado tiene una necesidad imperiosa y repentina de orinar pero es incapaz de retenerla. Los escapes pueden producirse al estornudar, reír, realizar algún esfuerzo o ejercicio físico. Supone un problema higiénico, social y psíquico, ya que influye en la actividad cotidiana del paciente y reduce su calidad de vida. La incontinencia no es una enfermedad en sí misma, sino la consecuencia de una alteración en la fase de llenado vesical que se presenta en numerosas enfermedades.

Causas
Puede manifestarse a cualquier edad y en ambos sexos. Sin embargo, es más frecuente en las mujeres que en los hombres. La incontinencia se produce cuando la presión dentro de la vejiga es superior a la presión en la uretra. Este trastorno puede deberse a una hiperactividad del detrusor que, en algunos casos, es motivada por un problema neurológico; por una alteración del esfínter externo y de los músculos del suelo pélvico; por el fallo del esfínter interno por relajación inapropiada o lesión orgánica, o por un daño neuronal.

Diagnóstico
Hay que establecer los factores externos y los trastornos de las vías urinarias que originan la incontinencia. Será necesaria una exploración física minuciosa que incluya un examen de la sensibilidad perianal, y estudios analíticos, radiológicos y urodinámicos.
Junto a los análisis de sangre se pueden realizar otras pruebas complementarias:

  • Radiografía simple de abdomen: permite diagnosticar la litiasis vesicular que causa la incontinencia urinaria de urgencia, sobre todo en pacientes con hipertrofia benigna de próstata.
  • Urografía intravenosa: sirve para valorar la morfología y el correcto funcionamiento de las vías urinarias altas.
  • Ecografía vesicoprostática: diagnostica la litiasis y los tumores vesicales, medir la próstata y determina su obstrucción.
  • Estudios urodinámicos: evalúan la actividad funcional del tracto urinario inferior en la fase de llenado y vaciado vesical.

Tratamientos

  • Medidas higiénico dietéticas: los afectados deben controlar los líquidos que toman para evitar la formación excesiva de orina. Existen alimentos que son diuréticos, como algunas frutas y verduras. También es importante la forma en la que se toman: las sopas, los guisos y los alimentos hervidos aportan más líquidos que los asados y fritos. Entre los líquidos que favorecen la formación de orina se encuentran el agua, la leche, el alcohol y las infusiones. Se debe distribuir mejor el horario de la toma de bebidas, bebiendo más durante la mañana y disminuyendo paulatinamente las bebidas conforme avanza el día. En el caso de los niños con enuresis, es aconsejable adelantar la hora de la cena.
  • Tratamiento farmacológico: el objetivo del tratamiento farmacológico es conseguir que la vejiga sea capaz de distenderse sin contraerse durante el llenado y que la uretra se mantenga cerrada durante el llenado. Los fármacos más utilizados son los anticolinérgicos, sustancias que, al disminuir la capacidad contráctil del detrusor, aumentan la tolerancia del llenado vesical y la continencia. Son útiles en las contracciones involuntarias del detrusor no neurológicas, la incontinencia mixta y la hiperreflexia del detrusor. Su eficacia está demostrada en cuanto al alivio de los síntomas, pero sus efectos secundarios, fundamentalmente la sequedad de boca, la taquicardia y la excitación, son muy severos en algunos pacientes, que en ocasiones deben abandonar el tratamiento.
  • Cirugía: existen diferentes soluciones quirúrgicas según el tipo de incontinencia, las características de la vejiga y la uretra.
  • Autocateterismo intermitente: consiste en la introducción, a través de la uretra, de un catéter en la vejiga. Se utiliza principalmente en la incontinencia causada por daño neuronal o de los nervios que controlan la micción. Con el catéter se consigue el vaciado completo y se evitan los escapes de orina.
  • Entrenamiento de la vejiga: los pacientes recuperan el control de la vejiga aprendiendo a resistir el impulso de salida de la misma y contribuyendo de esta manera a aumentar la capacidad de la vejiga. Esto se consigue mediante ejercicios que desarrollan la musculatura del suelo pélvico.
  • Tratamiento paliativo: dentro de este tratamiento se encuentran los pañales absorbentes, los colectores o las bolsas de orina. Estimulación eléctrica intravaginal Su objetivo es conseguir la contracción del piso pélvico mediante la estimulación del nervio pudendo con un electrodo intravaginal.
  • Estimulación eléctrica intravaginal: Su objetivo es conseguir la contracción del piso pélvico mediante la estimulación del nervio pudendo con un electrodo intravaginal.

 

  Horacio Vivir Mejor

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