El «arrepentido» Mario Pontaquarto reiteró antes de ingresar a los tribunales de Comodoro Py que ratificará en el juicio que comienza hoy sus denuncias por el pago de coimas en el Senado para la aprobación de la ley de reforma laboral durante el gobierno de Fernando de la Rúa.
«Voy a mantener mis dichos», sostuvo el ex secretario parlamentario de la Cámara alta. De todos modos, en diálogo con los periodistas que lo aguardaban a la puerta de los tribunales, aclaró que no dará más detalles a la prensa hasta tanto haya testificado en la causa. «Mi declaración la quiero hacer expresa ante los jueces y quiero hablar con ellos antes de hablar con la prensa», argumentó.
El ex secretario parlamentario confirmó además que en la causa figura como «autoincriminado» debido a sus declaraciones y anticipó: «Si no hay condenas para mí, no hay condenas para nadie».
El Tribunal Oral Federal 3 dará inicio hoy al juicio con la lectura de los requerimientos de elevación de la fiscalía, los querellantes y finalmente del juez federal Daniel Rafecas, quien instruyó la causa en su tramo final. Se prevé que la sentencia se conozca recién dentro de seis u ocho meses.
Fueron convocados 339 testigos, entre los que se encuentra la presidente Cristina Kirchner, en aquellos años legisladora, quien pidió declarar por escrito. La misma solicitud hicieron otros 17 convocados, entre ellos Carlos Menem, el gobernador José Luis Gioja y los diputados Héctor Recalde y Jorge Yoma, un privilegio al que pueden acogerse por sus fueros.
El ex presidente De la Rúa es juzgado por su supuesto aval al pago de los sobornos -que la Justicia dio por probado- que se efectuó a senadores opositores en el 2000 para lograr la sanción de la ley de reforma laboral, ya derogada.
Otros funcionarios que deberán enfrentar al tribunal son el propio Pontaquarto; el ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique; el ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes y los ex senadores Augusto Alasino, Alberto Tell, Remo Constanzo y Ricardo Branda.