Ni vencidos ni indiferentes…- Por Eduardo Yuni

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“Sólo quienes sean capaces de encarnar la utopía
serán aptos para el combate decisivo,
el de recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido”
-Ernesto Sábato, Antes del Fin-

Nuestro país está en peligro. Nuestra educación está en peligro. Ya en 1999 el escritor Guillermo Jaim Etcheverry hablaba de “tragedia educativa”, término al que adherimos fervientemente. “Diariamente se dice que vivimos en la sociedad del conocimiento. También en Argentina la educación aparenta ser una prioridad (…) pero vivimos rodeados de señales que demuestran de manera inequívoca que la nuestra es una sociedad contra el conocimiento”, decía Jaim Etcheverry.
El pasado martes, docentes de todo el país pararon. Las aulas permanecieron vacías y millones de chicos no pudieron cumplir con su octavo día escolar. Sí, leyeron bien: octavo día escolar.
Son muchos los que ante este tipo de hechos, dan vuelta la mirada, pero tantos otros los que consideramos necesario y hasta urgente reflexionar al respecto.
Adherimos a lo que rezaba la profesora mexicana Elba Esther Gordillo allá por 1997: “la educación es la base mínima, el punto de partida para cualquier proyecto de Nación. En cualquier terreno y ante cualquier contingencia o crisis, es la apuesta más segura, la política más eficaz para el desarrollo y la movilidad social, punto de encuentro para compartir conocimientos, experiencias y valores, así como la mejor inversión en el mercado global”.
De allí, digo: “nuestro país está en peligro”. ¿No es sino la educación el pilar que construye los cimientos de un país, establece valores en una sociedad, hace posible la convivencia y permite el crecimiento del pueblo? Esto ya había sido advertido por el propio Sarmiento, quien estaba convencido de que para la construcción de una Nación la educación del pueblo era la base y condición fundamental.
“Detrás de toda concepción de la educación subyace un proyecto de país, una idea de nación presente y futura que unos y otros desean plasmar en la realidad de las instituciones y de las escuelas.  En términos simples, la educación se ha salido del aula para instalarse como tema controversial en la sociedad involucrando a toda la ciudadanía”, manifiesta Manuel Luis Rodríguez U., Sociólogo chileno.
El problema radica, insisto, en que la educación está en peligro. Los docentes se encuentran mal pagos. Las aulas sin terminar. Los padres no se encuentran satisfechos por el actual sistema educativo. Hay alta deserción escolar en el secundario. La mediocridad se ha vuelto moneda corriente. Y ante tal panorama, muchos ciudadanos no perciben ni comprenden el valor de la educación.
Y a esto se le suma un condimento principal: la educación como valor superior y primo ha desaparecido de los discursos de los gobernantes, como era tradicional. Hasta en las palabras dadas a conocer públicamente, los gobernantes han dejado a los docentes, a los maestros, a los encargados de llevar el saber a los niños y adolescentes, totalmente desprotegidos. Se ha dejado de lado todo tipo de admiración al principal eslabón de esta realidad: A LOS MAESTROS, A LOS QUE TRANSMITEN CONOCIMIENTOS.
Finalmente, debo resaltar que ante tal realidad no debemos darnos por vencidos ni ser indiferentes. Sino que debemos creer en que los cambios son posibles y comenzar a ejercerlos, cada uno desde su lugar.
“Para ser serios, deberíamos privilegiar la inversión educativa por sobre cualquier otra porque si se acaba el futuro, ni siquiera el déficit importa. Deberíamos ubicarla por sobre cualquier otra política pública porque, sin educación pública, no hay público cuyo bien debamos buscar. Sólo así demostraremos nuestra seriedad en relación con este problema. Sólo recuperando esa poderosa voluntad, podremos encaminarnos hacia la solución de la tragedia que amenaza convertirse la crisis educativa actual que refleja, preciso es reconocerlo, un desinterés fundamental por nuestro futuro”, manifestó en su momento Jaim Etcheverry.
Sin dudas, en medio de esta “tragedia amenazante” como dice dicho autor, es preciso revalorizar el rol del educador y pensar en que las utopías son posibles…

Profesor Eduardo Yuni
Legislador Provincial por la UCR
Legislatura de Córdoba

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