Para el fiscal, la viuda negra que asesinó al taxista tuvo como móvil el robo y utilizó sedantes

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Esta semana, Di Santo le dictó la prisión preventiva para Yesica Oviedo. En la causa se desestima que las heridas en la mano de la joven se hayan producido por un intento de defensa. Por ahora, la mujer evitó dar su versión de los hechos ante el fiscal.

La viuda negra que asesinó al taxista Salvador Beraldi habría intentado perpetrar un robo, según surge del dictamen de prisión preventiva que resolvió el fiscal de Instrucción Javier Di Santo.
El funcionario consideró que existen pruebas suficientes para apuntar a Yesica Oviedo como autora del hecho y desestimó que las heridas que sufrió la meretriz se hayan producido en un intento de defensa.
En el texto de la resolución se indicó que «el análisis de los elementos de convicción permiten válidamente reconstruir, al menos para esta etapa del proceso».
Di Santo recordó «los dichos de su madre y de los policías que actuaron en la emergencia, quienes escucharon la espontánea declaración de la mujer que los imponía de su autoría en la muerte de Beraldi exhibiendo heridas y sangre en ambas manos».
Añadió que el hijo de la víctima, Rubén Darío Beraldi, denunció el faltante de la billetera que su padre usualmente guardaba en el bolsillo de su pantalón y destacó que el monedero tirado y hallado en el piso de la habitación no contaba con el dinero de la recaudación .
«Destacó el testigo que la sangre estaba presente en todo el lugar, y en varias prendas de vestir de la víctima, particularmente en la zona de los bolsillos», precisó.
Para el fiscal, el robo «operó como motivo o causa productora del homicidio» y añadió que «esto se ve robustecido no sólo por el faltante de dinero denunciado, sino por el hallazgo de un frasco de plástico color blanco con la inscripción “Seda-T Zoovet”, un fármaco apto para dormir a animales»
«Más allá de los resultados de las pruebas periciales, fue utilizado para restar vigilia a Salvador Beraldi, sedándolo o colocándolo en un estado de somnolencia, el que le podría haber sido suministrado vía oral», indicó.
Di Santo dijo que hubo «una escasa o nula defensa de la víctima ante el desmesurado ataque recibido con el arma blanca, y la falta de lesiones defensivas constatadas en la victimaria»

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