En un emotivo acto, la Universidad recibió los restos de José «Pocho» Amato

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Leticia Amato sostuvo que su hermano “era un ser muy puro, muy dulce, muy tranquilo pero con mucha fuerza».

Los restos mortales de José Santiago «Pocho» Amato, ex estudiante de Medicina Veterinaria, integrante de movimientos estudiantiles y políticos durante la década el ´70 y desparecido en la última dictadura militar ya descansan en la Universidad por pedido de la hermana del militante, Leticia Amato y por decisión del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Río Cuarto que aprobó por unanimidad la iniciativa.
El “Pocho” Amato estudió veterinaria entre 1973 y 1975 y tuvo una destaca actuación en defensa de la democracia durante el Navarrazo que terminó con el gobierno de Horacio Obregón Cano. Amato fue uno de los militantes que defendió la Municipalidad de Río Cuarto ante los avances sobre el proceso institucional de aquel fatídico 28 de febrero de 1974. Tras la participación en la defensa del Palacio de Mójica, Amato como otros militantes fueron duramente perseguidos y huyó hacia a Buenos Aires donde en un simulado enfrentamiento el 31 de diciembre de 1978 fue fusilado en la localidad de Munro por fuerzas pertenecientes al Ejército, luego enterrado en una fosa común en el cementerio de Vicente López.
Sus restos fueron identificados inicialmente en el año 1984, pero recientemente la familia tuvo la confirmación definitiva de la identidad a partir de los estudios de ADN realizados por el Equipo de Antropología Forense y es así como el 20 de octubre pasado una Resolución Judicial estableció que finalmente la familia podrá tener posesión de sus restos.

«Un ser muy puro»

Tras la ceremonia cumplida en la mañana de este martes en el patio de la Facultad de Agronomía y Veterinaria, una emocionada Leticia Amato sostuvo que su hermano “era un ser muy puro, muy dulce, muy tranquilo pero con mucha fuerza, con muchas ganas de luchar. Era eso que está hay (sus restos) daba la vida por los demás. Con esto se cierre para mí un círculo de la historia, pero es uno, el otro círculo se va a cerrar cuando los argentinos entendamos lo que pasó y luchemos para que no pase nunca más. Hay se va terminar de cerrar el círculo”.
Destacó que su hermano “pertenencia al pueblo, nosotros fuimos educados por un padre muy cristiano y siempre nos enseñó que le pertenecíamos al Señor, que él era el encargado de solamente de educarnos acá. Y cuando mi hermano comenzó su militancia todos sabíamos que le pertenecía al pueblo porque el luchaba para eso y el murió por eso. Y quiero decirles a los jóvenes militantes que luchen mucho por un mundo más equitativo, que no dejen de mirar al mundo y que nunca dejen de mirar sus convicciones en lo profundo del corazón. Les digo que luchen para que estas cosas no vuelvan a pasar”.
Leticia Amato dijo que no estaba completo tampoco el círculo de la justicia. “En cierta forma se han hecho cosas pero mi hermano no fue el único desaparecido. Se mató mucha gente, entonces yo no considero justicia que a los 80 años estén siendo juzgados los responsables. No puede ser que hoy esté pasando esto que debió ser muchos años antes. Hemos vivido muchos años con angustia, con desesperación, buscando justicia y yo con paciencia porque algo me decía que algún día lo iba encontrar”.
“La búsqueda de mi hermano se inició hace muchos años, mientras tuvo vida mi papá. Luego se dio cuenta por un comunicado de Videla que decía que no había más desparecidos que estaban todos muertos. En 1984 seguimos la búsqueda por medio del Equipo Argentino de Antropología Forense y en este sentido le agradezco a Alfonsín por la creación de este equipo en esa época cuando lo desenterraron a mi hermano”.

Recepción, acto y discursos

A las 9.30 en la entrada de la Facultad de Agronomía y Veterinaria el rector Marcelo Ruiz, el vicerrector Javier Salminis y Silvina Berti representante de la UNRC en la Comisión Municipal de la Memoria recibieron a los familiares de José Santiago Amato. Luego se dirigieron al patio oeste de la Facultad donde dio comienzo la ceremonia de recepción de la urna con los restos mortales de Amato. El padre Carlos Juncos tuvo a su cargo un responso por el eterno descanso de José.
Seguidamente el rector Marcelo Ruiz dio la bienvenida en nombre de la Universidad a “Leticia y a toda la familia. Agradecemos también a las organizaciones de Derechos Humanos –agregó- que han luchado tanto para mostrar el horror de la dictadura y quiero también enfatizar el compromiso de los familiares de José, la lucha por medio de la dialéctica de la palabra contra la dictadura y por un futuro mejor, a la vez que nos expresamos como Universidad en contra del genocidio social y a favor de la democracia y la vida, por eso recibimos hoy los restos de José”.
Posteriormente el rector Ruiz dio lectura a la Resolución 276/11 del Consejo Superior que sostiene que la decisión de cuidar los restos de José Santiago Amato implica «acompañar humanitariamente, desde el abrazo, el pedido de la familia de José Santiago, en un compromiso afectivo con ellas/los. Hacer visible en la persona de José a todos los «desaparecidos» y muertos por la dictadura militar Argentina. La figura perversa del desaparecido fue la creación del horror de la dictadura. Volver a nombrar a José y en él todos los asesinados es continuar con la tarea de las organizaciones de derechos humanos de poner palabra donde existía el hueco del horror, para que en esa palabra construyamos un nuevo registro colectivo del Nunca Más”.
Y agrega. “Comprometerse ética y políticamente con la Memoria y la Justicia , el cual es un acto educativo, en una institución cuyo fin es educar. La Universidad sigue comprometida en la tarea de enseñar que no puede haber muerte e impunidad del terrorismo de estado ejercido contra cualquier persona ni de Argentina ni de ningún pueblo del mundo», como así también significa «hacer explícita la decisión de visualizar las huellas materiales y simbólicas que la dictadura militar dejó en nuestra ciudad y en nuestra Universidad Nacional de Río Cuarto». Así, el Consejo Superior resuelve «hacer lugar al pedido de cuidado de los restos de José Santiago. Es un compromiso de la Universidad con él, quien cuidando la democracia en nuestra Universidad le arrebataron su vida».
Del acto tomaron familiares y amigos de Amato, dirigentes de las organizaciones de los Derechos Humanos, concejales, secretarios de Rectorado y de las facultades, autoridades de los decanatos, consejeros superiores y directivos, dirigentes de la FURC y de otras agrupaciones estudiantiles, docentes, no docentes, alumnos y público en general.

«Reconstruyendo la verdad»

Luciano Giuliani, de la Agrupación Hijos y de la Comisión Municipal por la Memoria , sostuvo que “a 35 años de la dictadura seguimos reconstruyendo la verdad, recientemente con la restitución del cuerpo a los familiares de Héctor Fabiani y hoy con José Sergio Amato, quien defendió la democracia contra los dogmatismos y fue uno de los defensores de la democracia cuando se produjo el Navarrazo”.
Reconoció que el gobierno del kirchnerismo “dio una apertura la política de Derechos Humanos y en este marco nace la Comisión Municipal de la Memoria en Río Cuarto. Este apoyo hizo que hoy hablar de un desaparecido no sea un tema tabú, lo que implica la defensa de los valores de la democracia y de la Constitución Nacional. Hay una nueva generación que está comprendiendo estos mensajes y asumiendo los problemas que hemos vivido.

«Hace 35 años esperábamos este momento»

En tanto Juan Musolón, amigo de José Santiago, expresó que “hace mas de 35 años que esperábamos este momento y hoy estamos orgullosos por los nuevos militantes que siguen en rumbo de José, quien pertenece a la historia fundacional de la UNRC y por eso quiero agradecer especialmente la voluntad política de la UNRC para que este acto sea posible. El “Pocho” Amato está en el ADN de la UNRC ”.
“El “Pocho” fue un luchador en la Universidad. Recuerdo que estaba en contra del sistema de departamentalización porque no permití agrupar los centros de estudiantes por facultades. Y que siempre poníamos como condición que un militante debí ser ante todo un buen estudiante. Pero aquella militancia se vio interrumpida por el Navarrazo, tras lo cual empezó la feroz persecución en la Universidad de docentes y estudiantes”, agregó.

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