La doctora Matilde Glineur Berne respaldó el proyecto para la despenalización que impulsa la diputada Merchán, aunque lo consideró «tímido». «Se debe avanzar aún más», subrayó. Consideró que falta educación sexual: «actualmente es pésima».
– ¿Están dadas las condiciones sociales, culturales y políticas para avanzar en el debate por la despenalización del aborto?
– La ciudadanía ha dado muestras de crecimiento y madurez. Primero fue el matrimonio igualitario y ahora hay señales muy claras de que se puede discutir sin agredirnos, mas allá de los fundamentalistas. Es hora de tocar el tema como personas adultas.
– ¿Cree que el proyecto de Merchán es el más adecuado?
– Es un proyecto un poco tímido, pero creo que es bueno. Más adelante se puede avanzar aún más. Con ese proyecto se busca permitir el aborto hasta las 12 semanas de gestación y está claro que hasta ese momento no estamos hablando de una vida, es decir, no es una vida que pueda desarrollarse fuera del útero, no tiene autonomía. En otros países se toma hasta las 24 semanas, como en Suecia. Pero, creo que no se puede castigar el proyecto actual, sino apoyarlo y mejorarlo en un futuro.
– ¿Hubo un suficiente debate previo al tratamiento en el Congreso?
– No, me parece que faltó participación del ciudadano común.
– No solo se busca delegar a la mujer la decisión sobre su cuerpo sino terminar con un esquema de desigualdad e hipocresía…
– Con el actual esquema se castiga a la mujer pobre, al sector más postergado que no tiene recursos. En Río Cuarto hay clínicas que hacen abortos con control cardiológico, camas limpias y condiciones adecuadas. La que pueda lo paga y la mujer marginal sufre las peores consecuencias.
– Quienes se oponen afirman que la despenalización no mejorará los indicadores por muerte de mujeres…
– Creo que se disiminuirá en gran forma la cantidad de muertes y el impacto pisológico. No es lo mismo el aborto si se realiza en lugares preparados, ó en una habitación oscura, con mutilaciones e instrumental no adecuado. Obviamente, debe haber un acompañamiento multisectorial, con psicológos, planificación familiar y educación. El aborto no es un método anticonceptivo, sino un último recurso.
– Se pide acompañar la ley con mecanismos educativos, pero la realidad es que hay fracasos recurrentes en educación sexual curricular…
– Es cierto que la educación sexual en los colegios es pésima. Pero, hace 5 años ni siquiera se hablaba del tema. Hoy, estamos avanzando aunque falte mucho. No hablamos de una ley perfecta, en un contexto perfecto.
– El debate en el Congreso se desarrollará el año que viene ¿Es factible que en los próximos meses se pueda instalar el debate en Río Cuarto?
– Desde el kirchnerismo habíamos organizado reuniones con algunos videos para llegar a los barrios, pero la campaña afectó todo el proceso. Esto lo vamos a recuperar y lo vamos a ejecutar antes del debate en el Congreso.