Denuncian que el basural provoca enfermedades, la presencia de roedores y contaminación. «Los chicos y madres sufren de hongos, dificultades respiratorias y otras enfermedades porque estamos abandonados a la suerte», expresó uno de los afectados.
Son casi 33 metros de una amplia franja de residuos que define el límite sur del barrio Ciudad Nueva. La basura es una postal nauseabunda que facilita la proliferación de efectos contaminantes y diversas patologías.
En el barrio conviven mas de 400 familias rodeadas por el vertedero ilegal de residuos, que comenzó a extenderse desde el 2007, cuando la actividad de los carreros se reprodujo a la par de la entrega de viviendas.
A las consecuencias del cirujeo se suma la negligencia de los riocuartenses que en camiones y lujosas pickups tiran toneladas de desechos.
Cristian Cáceres, vecino del barrio, manifestó a Telediario que «el basural está a solo metros de vecinos que tienen bebés, hijos con enfermedades crónicas y mujeres embarazadas»
«Los chicos y madres sufren de hongos, dificultades respiratorias y otras enfermedades porque estamos abandonados a la suerte. Pedimos que se limpie y se erradique este basural y se tomen las medidas necesarias desde el municipio», expresó.
Negó que solo los carreros tiren basura en el sector, aunque admitió que algunos implicados los amenazaron para que no denunciaran la problemática.
Por su parte, la esposa de Cristian formuló que hay una proliferación de ratas, «que incluso afectaron el colegio», y pidió que «la política tome cartas en el asunto».
Dificultades respiratorias
Brian tiene 7 años y un problema pulmonar que pone en riesgo su vida. Como el resto de los chicos del sector se expone a diario a una contaminación no que no encuentra respuestas oficiales.
«Este reclamo empieza porque mi hijo tiene una enfermedad crónica por la que solo le funciona un pulmón. No se lo puede operar y debe vivir con remedios muy caros. Un agravamiento de su cuadro pone en riesgo su vida», advirtió Cáceres.
Adelantó que emitió una nota al intendente Juan Jure y el fiscal municipal Hernán Di Santo para que intervengan en la crisis.