Lo dijo Luciana Ortíz, la joven que sobrevivió al violento accidente a la salida del boliche La Minga. Tras dos meses de internación-uno de los cuales transcurrió en terapia intensiva-11 operaciones y un tratamiento recuperatorio que la deja extenuada, Luciana pide Justicia.
“Nunca esperé que a mis 27 años tuviera que pasar por esto”. La reflexión de Luciana Ortiz responde al más doloroso episodio que sus juveniles años le permiten sobrellevar con una fortaleza que deja perplejo a cualquiera.
En mayo de este año, la vida de Luciana cambió rotundamente. La que parecía la culminación de una acostumbrada salida nocturna transformó los días de esta joven.
El infortunio de ser la pasajera de un remise que fue embestido por un particular que conducía otro rodado, la llevó a tener la peor parte del accidente de aquella noche.
Tras dos meses de internación-uno de los cuales transcurrió en terapia intensiva-11 operaciones y un tratamiento recuperatorio que la deja extenuada, Luciana tiene ánimos para reconocer cuánto la ayudaron familiares, amigos, y hasta extraños que donaron sangre para sostener su todavía frágil salud.
Su familia, principal contenedora de su pesar, debe afrontar ingentes gastos de medicación, traslados y otros, por la injusta ausencia de las aseguradoras de ambos rodados que, hasta ahora, han negado hacerse cargo de nada.
La sonrisa y la paz que brindan el rostro de Luciana la hacen acreedora del mejor de los tributos que el conjunto de los riocuartenses le pueda brindar. Tenerla como una de las nuestras y ayudarla con la ilusión de volver a ser la que fue hasta aquella aciaga noche de mayo de este año.
Por Oscar Casari