Marcelino dijo que en algunos lotes «las pérdidas de siembra son totales y en otros, oscila entre un 30 y 40 por ciento». El responsable del INTA señaló que «en la soja y el maní queda un alimento de altísima calidad para la paloma y esto promueve su reproducción».
Jose Marcelino, responsable del INTA Río Cuarto, reconoció que la plaga de palomas afecta todo el sur provincial y provocará altas pérdidas en la producción.
«En esa región teníamos 250 mil hectáreas de girasol y se redujo a 10 mil hectáreas por el impacto de las palomas. También van a desaparecer las plantaciones de sorgo porque es otro de los cultivos preferidos por el ave», precisó.
Añadió que «en la soja y el maní queda un alimento de altísima calidad para la paloma y esto promueve su reproducción».
Marcelino dijo que «hubo lotes con pérdidas totales y en otros, habrá impactos de entre un 30 y un 40 por ciento».
«La estrategia del INTA y Crea es actuar tranquera adentro, sin afectar la especie», señaló el especialista y sostuvo que se detuvo el desmonte que había modificado el ámbito natural de la paloma.
La plaga que genera preocupación entre los productores rurales es un cuantioso negocio para industriales que promueven la caza y procesamiento de la carne de paloma para su exportación a Europa.
Marcelino destacó que frigoríficos en La Pampa trabajan en conjunto con exportadores de Bahía Blanca para llegar a España.
«Responsabilidad del hombre»
Desde ACOFA habían advertido que el desmonte provocado por los productores rurales desterró de su hábitat natural a las palomas y las trasladó a los campos.
Daniel Bustos indicó que la matanza de las aves «no significa ninguna solución» y reconoció que la población de palomas se multiplicó en un 300 por ciento en Río Cuarto.