Lo dijo Oscar Roassio, presidente de Jumalá. La convocatoria de acreedores es por dos millones de pesos. «Hoy, el costo de personal influye en un 33 por ciento y la única alternativa es reducir horarios de trabajo para no echar empleados», aseveró. Oscar Roassio, presidente de Jumalá, reconoció que la empresa «no es rentable desde el 2005» y señaló que «se deben revertir los números para hacerla viable».
Los trabajadores de la histórica firma riocuartense se concentraron ayer frente a la planta en el Boulevar Roca ante el temor por despidos y el cierre de la producción.
Roassio sostuvo en diálogo con TD Digital que es «optimista» sobre el proceso de convocatoria de acreedores, que alcanza una deuda de dos millones y medio de pesos.
Inicialmente, el rojo era por más de 9 millones de pesos pero fue reducido a partir de la venta de inmuebles.
«Estamos tratando de salir de la situación y abrir mercados nuevos para aumentar la venta. Hoy, el costo de personal influye en un 33 por ciento y la única alternativa es reducir horarios de trabajo para no echar empleados. Queremos mantener el plantel y evitar despidos, aunque podríamos funcionar con menos trabajadores», argumentó.
En crisis
Jumalá fue fundada en octubre de 1959 por un grupo de emprendedores riocuartenses. El objetivo era la industrialización y fraccionamiento de café, te y especies. Con 52 años de vida, se desarrolló como símbolo de la industria local, capáz de llegar con sus productos a 8 mil clientes de 13 provincias.
Sin embargo, la actualidad de la empresa la muestra en una aguda crisis financiera que pone en riesgo su viabilidad.
Esta tarde, medio centenar de trabajadores acompañados por el Sindicato de la Alimentación, se concentraron frente a la sede de Jumalá, en el Boulevard Roca, para alertar sobre la falta de pago de haberes y el temor a despidos.
Marcos Heredia, secretario gremial del gremio, manifestó a Telediario que “los empleados sufren la incertidumbre por sus fuentes de trabajo”.
“Esta empresa tiene una trayectoria muy importante y fue pilar de la sociedad. Hoy está en concurso de acreedores con un futuro incierto. Hay más de 50 trabajadores que no saben si cobrarán sus salarios”, relató.
Heredia dijo que en el último tiempo no hubo despidos pero “se produjo un mal manejo financiero y los haberes se pagan hasta en cuatro veces”.
“Jumalá sigue vendiendo, mantiene sus clientes pero no sabemos a donde se va la plata”, sostuvo.
Los manifestantes señalaron que están dispuestos a conformar una cooperativa de trabajo para seguir produciendo en el histórico edificio.
Roberto, con más de 25 años en la firma, dijo que “la producción está firme y se vende bien”, aunque resaltó que “esta es la peor crisis en un momento del país donde lo más importante es la alimentación”
Por su parte, Nora admitió que “duele muchísimo ver este contexto y queremos lo mejor para nosotros, que es mantener los puestos de trabajo”.
“Nos han dicho que no tienen más fondos y nos amenazan con despedir a 15 personas si no aceptamos un descuento de cuatro horas”, manifestó.