Quien es Camila Vallejo, la bellísima dirigente estudiantil que puso contra las cuerdas al gobierno de Chile

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Camila Vallejo Dowling, de 23 años, estudiante de geografía de la Universidad de Chile y presidenta de la Federación de estudiantes de la misma universidad, se ha transformado en la más popular y encarnizada líder de las revueltas estudiantiles que tienen en jaque desde hace meses al gobierno de Sebastián Piñera. Naturalmente, no es la única líder, ni la Federación de estudiantes es la única organización que lucha por la causa de la educación en Chile, pero Camila se ha convertido en el rostro más visible de esta rebelión pacífica.
Camila Vallejo, miembro de las Juventudes Comunistas, hija de comunistas que lucharon contra el régimen de Augusto Pinochet, ha concitado la atención de la prensa internacional por su juventud, por su belleza, por la claridad de sus propuestas políticas y por la férrea oposición a la represión policial propulsada desde el gobierno.
Mesurada, parsimoniosa y muy carismática, Camila no parece inmutarse ni siquiera ante las reiteradas amenazas de muerte que ha recibido, algunas incluso torpemente emanadas a través de Twitter por funcionarios del gobierno de Piñera, llamando «a matar la perra para que se acabe la leva». Su aliado permanente ha sido Jaime Gajardo, también comunista y presidente del profesorado, quien tampoco ha estado exento de recibir reiterados ataques y amenazas de muerte.
Desde el gobierno y el gran empresariado -propietarios de la mayoría de los medios de comunicación-, se ha intentado desacreditarlos y mellar sus imágenes ante la ciudadanía, pero los malintencionados esfuerzos no han hecho más que agrandar la bola de nieve que se le ha venido encima al gobierno.
Hoy el gobierno se muestra desesperado, sin brújula ante un conjunto de situaciones que se le han vuelto incontrolables. Lo que en un primer momento no pasó de ser una más de las acostumbradas revueltas que año a año reclaman por el crítico sistema educacional chileno, se fue convirtiendo en una sucesión de tomas de colegios y universidades, paros indefinidos, huelgas de hambre, palizas policiales, peleas armadas entre estudiantes y empresarios por el control de numerosos colegios y repetidas marchas a lo largo del país.
La estrategia inicial del gobierno de reprimir violentamente a los manifestantes, impulsada por el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, sólo consiguió agravar la situación, alejando toda posibilidad de diálogo y enrareciendo el clima político del país

Fuente: Contexto.com.ar / AOL

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