Los Stefanía y los Debia, símbolos de la solidaridad frente al invierno cruel

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Redacción Telediario Digital – En el Hogar de los Stefanía todo esto esta hecho a mano. Son manos solidarias, obreras, agrietadas por el frío y el tiempo. Cuando la temperatura se mide bajo cero, la gente se agolpa a pedir comida y frazadas a la familia que no debió recurrir a los votos ni las campañas electorales para ganar la representación de los que más lo necesitan. En un solo día recibieron más de 70 de pedidos de ayuda y el invierno de jornadas heladas los obliga a paliar la necesidad de los que menos tienen.
«Creció la asistencia porque está muy frío y falta trabajo. Vienen a pedir comida, ropa, frazadas, colchones y muebles», manifestó a Telediario Norma Steffanía.
Dijo que el apoyo solidario de la gente permite cumplir con los reclamos de personas solas, ex convictos, madres con hijos y desocupados.
En improvisadas cocinas al aire libre, las mujeres preparan los vegetales para las viandas de comida. Otro grupo realiza la siembra del vivero que pronto dará la primera cosecha. En el interior del hogar, las amas de casa de tiempo completa limpian pasillos y habitaciones. Es un contrato de iguales: los que necesitan son los primeros en dar.
«Vienen preguntando que hay que hacer y colaboran. Ahora hay 32 familias en el vivero, es al menos un integrante por grupo. Ayudan muchísimo. Trabajan la tierra aprovechando que está blandita porque llovió y otros pelan la papa y la zanahoria para el guiso de mañana», expresó.

«Los que más sufren»

15 abuelos sometidos a un destino que parecía librado al azar arribaron al Hogar de la familia Debia por el accionar municipal, de la Justicia y la Policía. Son víctimas del desamparo y el hambre. Con el frío multiplicaron sus silenciosos reclamos, impasibles al desengaño de la vida. La urgencia que decide el abandono y el maltrato los convirtió en víctimas de un invierno siempre cruel.
«En este hogar tenemos 15 abuelos, todos varones. Estuvieron en la calle en condiciones muy feas, golpeados, lastimados, con frío», precisó Sonia Debia.
En el hogar comparten una misma mesa, la ronda de mates, los juegos en grupo, las charlas sin tema y largas horas frente al televisor.
«Nosotros le damos amor, contención, que es lo que más necesitan. A partir de eso comienzan a recuperarse», resaltó Sonia.
La mujer admitió que «los abuelos necesitan de la asistencia médica y el aporte de Salud Mental por las condiciones en las que se encuentran».
«Hay noches que llegan en un móvil policial. Lo primero que hacen es aferrarse a mi familia. Mi marido comparte mucho con ellos, juega, les habla. Están las 24 horas como en una familia y deben convivir como tales», aseveró.
Sonia afirmó que «siempre» están preparados para recibirlos y ahora espera poder contar con un terreno donde construir un hogar más amplio que contenga a decenas de abuelos sin amparo.

Para ayudar:
* Hogar Madre María de Dios. Río Tercero 807 – Tel. 4639701.

* Hogar Gauchito Gil: Colaborar con zapatos y ropa para ancianos. Av General Mosconi 245 (frente al Viejo Hospital) ó al teléfono 154 328 671.

 


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  1. Felicitaciones a la Familia Stefannia y a la Familia Debia x toda la labor q hacen por la comunidad riocuartense.
    Cuando yo con mi flia llegamos a Río Cuarto hace 14 años atras los 1| q nos tendieron una mano fue la familia Stefannia y se lo agradecemos muchisimo,se lo q es pasar x ese frio y hambre,por suerte ahora mi viejo tiene laburo y yo y mis hnos. estudiamos y no vamos mas al comedor de los Stefannia.
    Gracias x ayudarnos a nosotros y a todos los q ayudan cada dia.

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