El peor final para la búsqueda de Candela: Hallaron el cadaver en una bolsa

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Lo encontró la Policía en el límite entre Morón y Hurlingham. «¡Por Dios, me mataron a mi hija!», gritó la madre desesperada ante el propio mandatario y el fiscal de Morón a cargo de la investigación, Marcelo Tavolaro, cuando la llevaron al lugar del hallazgo para reconocer el cadáver.

La niña de 11 años que estaba desaparecida desde hace nueve días fue hallada asesinada hoy dentro de una bolsa, con la cara destrozada, a la vera de la autopista del Oeste, en Villa Tesei. Su madre reconoció el cuerpo ante el gobernador Scioli. Hace dos días la tía de Candela recibió un llamado en el que le decían que si el padre de la nena -preso por integrar una banda de piratas del asfalto- no devolvía un dinero, iban a matarla.
El cuerpo fue encontrado alrededor de las 15.30 por una cartonera que revolvía basura y vio la mano de la nena colgando de una bolsa de basura, concurrió a un kiosco de una terminal de micros cercano y le pidió a la dueña que diera aviso a la Policía.
Los efectivos se trasladaron de inmediato al lugar, al igual que la madre de la chica, Carola Labrador, y el gobernador bonaerense, Daniel Scioli.
«¡Por Dios, me mataron a mi hija!», gritó la mujer desesperada ante el propio mandatario y el fiscal de Morón a cargo de la investigación, Marcelo Tavolaro, cuando la llevaron al lugar del hallazgo para reconocer el cadáver.
Según las fuentes, hace dos días la tía de Candela recibió un llamado extorsivo en el que le decían que si el padre de la nena no devolvía un dinero, iban a matar a la pequeña, lo cual abona la hipótesis de que se trató de un secuestro extorsivo.
«Hasta que ese conchudo no devuelva la guita, a la nena no la vas a ver nunca más. Que (la madre de Candela) le pregunte al marido donde dejó la guita», dice parte de un llamado realizado a un teléfono que estaba intervenido y fue grabado por los investigadores.
El padre de la chica, Alfredo Rodríguez, purga una pena de tres años de prisión por presuntamente integrar una banda de «piratas del asfalto» y el 25 de agosto declaró ante los investigadores que desconocía los motivos de la desaparición de su hija.
Esta noche, se aguardaba la respuesta judicial a un pedido de autorización especial del Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense para que Rodríguez salga durante dos horas del penal de Magdalena y concurra a su casa para acompañar a su familia.
El lugar del hallazgo del cuerpo, donde la Policía Científica recolectó pruebas, es un ex corralón de materiales demolido hace seis meses donde ahora hay pastizales y basura, situado a pocos metros de la colectora del Acceso Oeste y la calle Benvenuto Cellini y a unos 500 metros del cruce con la avenida Vergara.
Luis, un maletero que trabaja en una terminal de micros de larga de distancia situada a una cuadra del terreno, aseguró que tras el aviso de la cartonera fue hasta el lugar y vio que el cuerpo estaba en una bolsa de consorcio, sobre la vereda.
«Tenía una manito afuera», afirmó el hombre, en tanto que voceros policiales aseguraron a Télam que la nena tenía colocados los anillos que usaba cuando desapareció, así como unas «colitas» en el pelo.
Otra fuente afirmó que la niña fue asesinada tres días antes en otro lugar y arrojada después allí 24 horas antes del hallazgo, por lo que ahora es prioridad de los investigadores determinar dónde estuvo cautiva unos seis días.
Poco antes de confirmarse que el cuerpo pertenecía a Candela, el fiscal general de Morón, Federico Nieva Woodgate, había adelantado que el cadáver «estaba desprovisto de ropa, con la cara destrozada y con aproximadamente tres días de muerta».
El fiscal remarcó que el lugar del hallazgo es «muy transitado y no puede haber estado la bolsa con ese cuerpo desde antes», por lo que se buscan testigos que puedan haber visto arrojarla cerca de este mediodía.
De acuerdo a estudios preliminares, la niña habría sido asesinada por asfixia y golpes en el cráneo y la cara, no obstante la causa fehaciente de la muerte será establecida tras la autopsia que se realizará en la morgue de Morón, situada en Peredo y Haití, del Barrio Policial, de Ituzaingó.
Candela había sido vista por última vez el lunes 22 de agosto, cuando salió de su casa ubicada en Coraceros 2552 de Hurlingham para encontrarse con unas amigas con quienes asistía a un grupo de scout, en la parroquia San Pablo Apóstol, de Villa Tesei.
La madre de la niña denunció su desaparición horas después y al día siguiente el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, y el jefe de la Policía bonaerense, Juan Carlos Paggi, se reunieron con ella para coordinar la búsqueda.
Desde entonces, se realizaron cientos de rastrillajes cerca de la casa de la niña y en todo el conurbano en los que intervino la Policía bonaerense con colaboración de Gendarmería y Prefectura.
El 24 de agosto, se realizó la primera marcha para pedir la aparición con vida de la niña y luego se multiplicaron a lo largo de los días, incluso hasta anoche.
Ante los ruegos de la madre para que le devolvieran a su hija con vida, se recibieron miles de llamadas al 911 para aportar datos, pero en ningún caso fueron de interés para el expediente.
Debido a que con el correr de los días no había novedades de Candela, el gobierno provincial ofreció una recompensa de 100.000 pesos para quien brindara datos fidedignos sobre el paradero de Candela y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ofreció «todo el apoyo» a Carola, a quien recibió en su despacho de la Casa de Gobierno.

Telam

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