Vecinos del barrio Atilio López piden la presencia de funcionarios del IMV. La familia acusada de usurpación fue a la fiscalía y aseguran que resistirán un desalojo. Otra vecina ingresó a su casa para evitar una usurpación y al entrar «vivía sin luz, sin agua, sin el baño… sin nada» «Ya hace un mes y medio y todo sigue igual. Pido que me ayuden pero me dicen que no hay plata», aseveró.
Redacción Telediario Digital – Tras resistir el desalojo de una vivienda del barrio Atilio López, los vecinos del sector ratificaron sus críticas a la forma en que se entregaron algunas de las 25 unidades habitacionales y cuestionaron el estado de las casas ocupadas.
Familiares de Paola Pérez, la mujer acusada de usurpación, se presentaron esta mañana en la fiscalía del doctor Walter Guzmán, quien ratificó la orden de desalojo.
«Nosotros no entramos por la fuerza. El que nos dio la llave fue Odorisi (asesor del IMV) aunque lo niegue. Vamos a resistir en este lugar», afirmó Pérez en diálogo con Telediario.
Una vecina del lugar, Mónica Carrizo pidió el arribo de funcionarios del IMV y dijo que «son varios los casos de personas que trabajaron en la construcción y no tienen casas».
El barrio fue impulsado por la agrupación Agustín Tosco, creada por la dirigente barrial Rita Aliaga, y la edificación de las viviendas estuvo a cargo de las mujeres que se convertirían en propietarias. La primera entrega se produjo en el 2005 y luego comenzó un otorgamiento gradual de casas que aún no están concluidas.
Noelia Cejas, presente entre los vecinos que manifestaron sus reproches al municipio, señaló que participó del inicio de la construcción y un accidente con su hija la obligó a dejar por un tiempo. Cuando regresó, le negaron el beneficio.
«Estábamos desde el principio y nos dieron la carpeta. Yo venía a trabajar y la nena se me cayó en un tambor con agua y cal. Cuando regresé la señora Rosa Cattana me dijo que me habían sacado», indicó.
– ¿Como se definía la entrega de las casas?
– Ni idea. Ellos buscaban personas y algunos nunca vinieron a trabajar. Ahora ellos tienen una casa y yo no.
– ¿Hay más familias en su situación?
– Si, hay más. Son como cinco.
El caso de Marcela Córdoba es testigo de lo que sucede en el sector. El pasado 17 de mayo vecinos le avisaron que un grupo de personas iban a entrar a su casa. Con la ayuda de la Policía logró acceder durante la noche y el municipio le permitió quedarse pese a que la unidad no tenía ventanas, ni baño y estaba «a medio terminar».
«La casa no estaba ocupada porque la estaba terminando. Me faltaba techarla y el IMV no me daba una mano», expresó.
Marcela añadió que «cuando entré vivía sin luz, sin agua, sin el baño… sin nada»
«Ya hace un mes y medio y todo sigue igual. Pido que me ayuden pero me dicen que no hay plata», aseveró.