Esas fueron las súplicas de una nena de 8 años cuando los delincuentes la habían secuestrado junto a su madre en Villa Lugano. Janeth explicó que los asaltantes la golpearon y le pedían dinero, pero al final desistieron porque «se apiadaron de los ruegos» de su hija. «Me salvó la vida», añadió
La mujer que fue secuestrada junto a su hija de 8 años cuando llegaban a su casa en Villa Lugano relató la pesadilla que le tocó vivir anoche.
Janeth reveló que una vez dentro del auto la nena «lloraba mucho», mientras los delincuentes golpeaban a la señora y la amenazaban con matar si contaba lo sucedido.
«No tenía plata porque venía del gimnasio, pero les decía que se llevaran todo. Ahora, tengo miedo por mi familia, porque me dijeron que iba a ser ‘boleta’ si los denunciaba», agregó la angustiada mujer.
La chiquita de 8 años tuvo activa participación para que a las dos las liberaran, ya que «no paraba de llorar y en un momento les dijo: ‘Por favor, no le hagan nada a mamá, ya les dimos todo'».
Después de esa súplica, el asaltante mayor, de unos 40 años, decidió liberarlas, porque, según Janeth su hija «los conmovió, se apiadaron de los ruegos».
«Me comentó que él también tenía una nena de la misma edad y le partía el alma», añadió la señora, que enseguida reveló: «Me salvó mi hija».
Asimismo, remarcó que antes de soltarlas, los delincuentes «estaban violentos, agresivos» y denunció que en la zona en la que vive los hechos de inseguridad «pasan a cada minuto».
«Me siento vulnerable e impotente», sintetizó Janeth.
Por último, contó que su marido al ser avisado que el auto de su esposa estaba volcado «salió desesperado» al pensar que había sufrido un accidente automovilístico.