Expertos creen que los próximos dos días serán clave para evitar una tragedia nuclear

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Los niveles de radiación en torno a la central de Fukushima aumentaron en las ultimas horas y se mantiene la evacuación en torno a los 30 kilómetros de la planta, pero las autoridades aseguraron que los niveles que llegan a Tokio «son bastante bajos».

El nivel de radiactividad en torno a la central nuclear de Fukushima aumentó en forma considerable en las últimas horas y los expertos aseguran que los próximos dos días son claves «para evitar una catástrofe nuclear», mientras distintos países envían aviones a Tokio para evacuar a los extranjeros.
El portavoz del gobierno japonés Yukio Edano dijo que Los elevados niveles de radiación hicieron fracasar los intentos de arrojar agua mediante helicópteros y con camiones cisterna, pero que cinco vehículos militares lanzan agua a las piscinas de refrigeración.
El funcionario destacó que esta acción «continuará durante todo el día de mañana, cuando los técnicos estiman que podrán poner en marcha el suministro eléctrico en la planta para reparar el dañado sistema de refrigeración», difundió la agencia de noticias DPA.
Los niveles de radiación en torno a la central de Fukushima aumentaron en las ultimas horas y se mantiene la evacuación en torno a los 30 kilómetros de la planta, pero las autoridades aseguraron que los niveles que llegan a Tokio «son bastante bajos».
El presidente de Estados Unidos Barack Obama anunció hoy el envío de técnicos y de un avión para evacuar a sus compatriotas debido a que los vuelos que salen de la capital nipona son escasos y están completos.
Obama aseguró además que «la radiación no llegará a los Estados Unidos» y puntualizó que su país «ayudará a Japón en las tareas de reconstrucción».
La Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) dijo que «aunque la situación no ha empeorado en Fukushima, la radiactividad ha aumentado en la zona de evacuación en torno a la planta por lo que el cuadro sigue siendo muy grave».
«La situación no ha empeorado, lo que es positivo, pero es posible que empeore», dijo Graham Andrew, integrante de ese organismo durante una conferencia de prensa realizada en Viena, Austria.
Un informe de ese organismo destaca que en los reactores 1 y 3 las barras de combustible están cubiertas por agua sólo hasta la mitad y que en el reactor 2, el nivel del líquido está ligeramente por arriba de la mitad de las barras.
Andrew afirmó que la OIEA «tiene un fuerte convencimiento, de que el combustible nuclear está dañado en tres de los seis reactores de la planta, que resultaron averiados durante el tsunami y no fueron convenientemente enfriados desde entonces».
TEPCO, la empresa operadora de la planta de Fukushima, remarcó que «los esfuerzos por enfriar con agua al reactor tres fueron efectivos, ya que pudo verse cómo del edificio afectado surgía vapor».
Las toneladas de agua vertidas sobre el reactor desde helicópteros militares tampoco consiguieron reducir de momento considerablemente los niveles de radiactividad, que sólo disminuyeron de 3,782 a 3,754 milisievert por hora.
Edano destacó que «aún no está claro si el contenedor que recubre el reactor número 3 está dañado y que comenzó a surgir de nuevo humo del reactor 2 de Fukushima, según unas fotos tomadas por satélite.
Las autoridades niponas destacaron que en Tokyo los niveles de radiactividad son inofensivos para la salud y que pudieron evitar un colapso energético gracias al ahorro de sus habitantes.
Las víctimas mortales del terremoto y tsunami del 11 de marzo ascendieron hoy a 5.692 mientras 9.506 personas continúan desaparecidas, la mayor parte de ellas presumiblemente bajo los escombros en el noreste de Japón.
Alemania, España y Estados Unidos recomendaron a sus ciudadanos que residen en Japón a que se trasladen hacia el sur del país e incluso, algunas embajadas como la alemana ya trasladaron su sede diplomática a la ciudad de Osaka.
En la prefectura de Fukushima, donde se encuentran las centrales nucleares, cada vez son más las personas que abandonan sus hogares en busca de un lugar seguro, por lo que se evalúa que unas 28.000 huyeron de la zona.
En la región, muchos refugios están desbordados y ya no pueden recibir más personas, por lo que mucha gente se dirige hacia prefecturas vecinas.
En el noreste del país la gente se enfrenta además a las bajas temperaturas mientras el abastecimiento de gasolina y alimentos comienza a disminuir.-

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