A 48 horas de la tormenta que hizo colapsar la ciudad, no ceden los reclamos. Los vecinos cortan calles en busca de soluciones y aseguran que serán veedores de las promesas oficiales. El fenómeno climático desnudó las flaquezas estructurales y promovió una bronca colectiva.
«No queremos promesas ni empleados, que venga Jure ó le cortamos el puente» amenazó una mujer con pies embarrados que aseguró haber pasado la noche terminando de limpiar los vestigios del paso del agua por su casa.
La vecina de barrio Calasanz estaba acompañada por otro grupo de afectados, quienes enumeraban las décadas de espera por soluciones que nunca llegaron.
Desde temprano habían decidido interrumpir el tránsito sobre calle Río Segundo con cubiertas que prefirieron no encender.
Uno de ellos tomó una hoja de los años 80 del diario Puntal y se la presentó al secretario de Desarrollo Urbano Claudio Miranda. Recordó que desde la intendencia de Abella se prometía el arribo de una obra aliviadora del cauce del agua y cómo el tiempo solo reprodujo las mismas frustraciones.
Miranda admitió ante los vecinos que en las últimas 48 horas debió recorrer los barrios afectados y enfrentar los reclamos que «ya conocía». «No vinimos ahora por lo que pasó, ya estábamos tomando decisiones», afirmó.
La tormenta del pasado domingo, en donde cayeron 68 milímetros en menos de una hora desnudó la fragilidad estructural de algunas zonas de la ciudad y reprodujo, una vez más, las quejas de quienes sufren las consecuencias de la lluvia «caigan 100 milímetros ó 10».
Walter Carranza, sindicalista y director del área de mantenimiento de calles, le señaló a los vecinos que el intendente Juan Jure «no quiere una sola casa inundada de agua». Buscó aliviar el descontento de quienes ya no esperan por nuevas promesas.
Los cortes de ruta y calles, las protestas ante los medios y en la cara de los funcionarios, la pérdida de bienes y el drama de nunca acabar, concluyeron en dos jornadas que tuvieron en vilo al Palacio de Mójica. Son días en los que las aguas no dejan de bajar turbias.
Por Pablo Callejón (pjcallejon@yahoo.com.ar)
Que se puede esperar de un Director de Vialidad que no conoce como se pone en marcha una máquina y gana los concursos porque fueron digitados a dedo, más de lo mismo en politica y no en agentes que conocen de verdad el buen manejo de una sección primordial en la municipalidad