Novak Djokovic conquistó hoy su segundo Abierto de Australia y, también, su segundo título de Grand Slam, al vencer en la final al escocés Andy Murray por un contundente 6-4; 6-2 y 6-3.
La paridad no asistió esta tarde al Rod Laver Arena, que vio cómo el escocés chocó con la frustración de que su oponente estuvo en un gran nivel y que cargó, a su vez, con el estigma de ser considerado uno de los más grandes talentos, pero que nunca pudo ganar un torneo de Grand Slam.
«Quiero dedicar este título a mi familia y a la gente de Serbia, con quienes hemos pasado difíciles momentos: esto es por mi país», dijo el campeón, ya convertido en un embajador de su país.
Con el triunfo, Djokovic quedó a sólo 85 puntos de la segunda posición del ránking mundial que ocupa el suizo Roger Federer.
Un frustrado Murray, en tanto, declaró: «El próximo año regresaré y trataré de ganar», en una muestra de respeto hacia el protocolo que obliga a los finalistas a hablar tras el partido, pero visiblememente afectado por la derrota.
De esta manera, Murray estiró a 77 los años en los que un británico lleva sin poder conquistar este torneo.
El dato
Por segunda vez en las 23 últimas finales de un Grand Slam, ni Nadal ni Federer toman parte del último partido. La última vez que ocurrió una situación parecida se produjo cuando el serbio se enfrentó al francés Jo-Wilfried Tsonga, en Melbourne en 2008, y conquistó su único trofeo de Grand Slam.
Por otra parte, el escocés y el serbio han caído cada uno dos veces en finales de Grand Slam contra el español o el suizo. Pero este año, una lesión y la determinación de David Ferrer hicieron que Nadal cayera en cuartos, antes de que Djokovic perdiera en semifinales.
«Hay más jugadores capaces de ganar torneos importantes y eso es bueno para este deporte», señaló Djokovic, feliz de encontrar a su compañero de fatigas en la final.
Y es que Murray y Djokovic sólo tienen una semana de diferencia pues el escocés nación el 15 de mayo de 1987 y el sebio el 22 y crecieron juntos en torneos juveniles.
Después estuvieron un tiempo alejados antes de acercarse últimamente, al punto de jugar partidos de fútbol juntos, por lo que estar los dos en la final del domingo, «es una bella historia», señaló Djokovic.