Rocío y Gisele inauguraron la placa de nominaciones de Gran Hermano 2011, tras una gala con votación en vivo, sanción para dos participantes y la conducción de Marley en lugar de Jorge Rial, que tenía previstas dos semanas de vacaciones.
Sin nada que cenar (porque perdieron la prueba semanal y se quedaron sin presupuesto), se definieron los primeros favoritos y rechazados por el grupo, y la chica de San Fernando y la de Lomas del Mirador fueron las primeras en caer en la volteada.
La votación tuvo como telón de fondo las cartas que tenían en poder cuatro de los participantes: Emanuel tuvo la posibilidad de que su voto valga doble; Pamela -la mayor nominada de la noche- pudo darle la mitad de los votos que reciba a otra persona; y Gisele y Natali tuvieron que acordar su voto sin ser descubiertas.
Sobre ellas pesó la sanción de Gran Hermano, que consideró que las chicas no tuvieron mala fe al acordar votar por Tamara y Martín Peppa, pero que quebraron el reglamento al ”cometer la negligencia de revelarle a un compañero que tenían esas cartas” y resolvió darles dos votos adicionales a los obtenidos en el proceso de nominación. Esa decisión complicó la situación de Gisele.