Un centenar de personas se concentraron en Plaza Roca y luego marcharon a Tribunales y la Policía.
Con la gorra como símbolo y la discriminación como estigma, jóvenes de sectores marginales acompañados por organizaciones sociales marcharon por el centro de la ciudad para reclamar que se derogue el Código de Faltas.
Aseguran que por la polémica ley del merodeo se les impide llegar al centro y otros espacios públicos.
Sin custodia policial, la marcha se desarrolló sin incidentes y en cada lugar dejó la postal de una planta del vivero La Minga colocada en el frente de las instituciones cuestionadas.
«La Yuta no te deja venir a la Plaza ni al Boulevard por como nos vestimos. En cualquier lugar donde nos ven nos paran y la gente nos mira como si fuéramos delincuentes», sostuvo Martín, uno de los manifestantes.
Marcelo, otro de los jóvenes de la marcha, dijo que «la detención es por portación de rostro, por usar gorro ó ser familiar de alguien que estuvo en la Cárcel».
«Un día venía con mi primo en el centro y nos pararon para saber a donde íbamos. Adonde vamos nos persiguen como si fuéramos a hacer algo», subrayó.
Con remeras negras, pañuelos «palestinos» y gorras multicolores los chicos hicieron sonar bombos y descubrieron banderas en las que pidieron que los dejen estudiar y trabajar sin ser detenidos.
