Su ex marido le provocó quebraduras en la pierna y golpes en todo el cuerpo. Está detenido. «No pido solo por mí sino por un montón de mujeres que terminan muertas, yo no quiero terminar muerta…»Sobre la cama de la habitación en la que fue violentamente golpeada, Marcela soporta una lenta recuperación tras sufrir una doble quebradura de su pierna izquierda y padecer hematomas en el rostro y sus manos.
El pasado domingo, su esposo Claudio Lascano ingresó al domicilio en el que reside en barrio Alberdi y derribo la puerta de ingresó. Luego, comenzó a golpearla ferozmente ante la mirada de su nieta de solo dos años.
La hija de Marcela llamó a la Policía y lograron detener al hombre que había abierto las hornallas de una cocina a gas con la intención de matar a su ex mujer.
En diálogo con Telediario la víctima recordó que «quiso pegarme con una botella y después me dio puñetazos en la cara»
«Cuando me desmayó me pisó la pierna provocándome una quebradura en el tobillo y en el peroné. Fueron segundos», señaló.
Precisó que con anterioridad la golpeó ferozmente en la vía pública y en su trabajo, y hay cinco denuncias policiales -«una por mes»- por maltrato, por lo que el sujeto tuvo prohibiciones para acercarse al hogar.
Lascano fue imputado por lesiones graves, robo y usurpación de propiedad privada y declarará en los próximos días ante el fiscal de Instrucción Javier Di Santo.
La mujer está bajo tratamiento psicológico y psiquiátrico y teme que su marido regrese para matarla.
«Recibí contención del Area de la Mujer y del Ministerio de Justicia. Todos me piden que lo denuncie pero yo estoy sola en mi casa. Me vive amenanzando y me dice que va a matar. Si el sale me va a matar… no quiere que haga mi vida», admitió.
Afirmó que «Tribunales tiene que tomar en serio esto porque una amenaza ó un golpe no es un juego».
«Esperan a que me encuentre así ó que me saquen en un cajón para tomar medidas. El juez, la fiscalía tienen que hacer algo. No solo por mí sino por un montón de mujeres que terminan muertas, yo no quiero terminar muerta… quiero vivir. La mujer denuncia y denuncia y no se encuentran las respuestas del otro lado», expresó consternada.
Señaló que no quiere abandonar su hogar y su familia, pero siente que no tiene salidas. «Se le pone que no tengo que vivir y no se que hacer. La Justicia tiene que hacer algo», pidió entre lágrimas.