Además, Di Santo tomó nuevas testimoniales a Eduardo Caffaratti, propietario de la compañía, y a empleados de la firma. Los investigadores corrobaron los graves problemas financieros de la empresa que recurrió a prestamistas y bancos, y mantiene fuertes deudas con proveedores. Incluso, desde hace varios meses tiene dificultades para pagarles a los empleados.
Clave:
* Conozca la hipótesis sobre cómo se produjo el estallido.
Expertos de la Policía Judicial analizan en la fiscalía de instrucción del doctor Javier Di Santo los datos que surgen de las computadoras secuestradas a la firma Producir S.A., donde el pasado sábado ocurrió una violenta explosión por un artefacto casero.
Además, Di Santo tomó nuevas testimoniales a Eduardo Caffaratti, propietario de la compañía, y a empleados de la firma.
Los investigadores corrobaron los graves problemas financieros de la empresa que recurrió a prestamistas y bancos, y mantiene fuertes deudas con proveedores. Incluso, desde hace varios meses tiene dificultades para pagarles a los empleados.
Los responsables de la firma agropecuaria señalaron que «no hay ningún otro problema que no sea el económico»
En la fiscalía apuntan a determinar quienes son los nuevos acreedores y quienes estarían en condiciones de generar un ataque de estas características.
«Se metieron con pesos pesados y no han tomado dimensión de lo que pasó», resaltó un investigador en relación a la postura de la familia atacada.
En la fiscalía también evalúan cómo se produjo el estallido. La bomba impactó hacia el interior de la sede y hacia adelante, en una onda expansiva que destruyó el frente de comercios ubicados a 50 metros.
Sin embargo, no afectó a viviendas linderas. Una pareja de chicos pasó segundos antes de la explosión por el lugar y a pesar de que se encontraban a una distancia de entre 5 y 10 metros no resultaron lesionados.
«Quien hizo explotar la mochila con bomba pudo salir caminando hacia uno de los costados, probablemente la esquina hacia el norte, con la seguridad de que no sería afectado», explicó una alta fuente.
Cuando la Policía pudo determinar lo que pasó y se definió un cerco en las rutas, habían pasado 3 horas. Tiempo suficiente para que el autor del hecho estuviera a más de 300 kilómetros de distancia.