El fiscal Medina anticipó que fueron interrogados esta semana. Se trata de Zabala y Bustos, dos de los remiseros que el funcionario judicial había pedido investigar. El tercer sospechado era Soria, quien fue condenado por extorsionar a la familia de Nicolás. Por ahora, no será imputados. Medina dijo que «no hay elementos que los vinculen con la desaparición de Nicolás».
Clave:
* Aunque formalmente sigue al frente, Guzmán cedió la investigación a Medina.
El fiscal de Cámara Jorge Medina interrogó a dos remiseros que tenían relación con los integrantes de la familia Vargas Parra, imputados por la desaparición de Nicolás Sabena.
Medina los convocó a su despacho esta semana en busca de datos que permitan establecer lo que sucedió con el joven, a dos años de que se le perdiera todo rastro.
Los remiseros son Angel Zabala y Walter Bustos, dos de las personas que el funcionario judicial había pedido investigar pese a la resistencia del fiscal de Instrucción Walter Guzmán.
El tercer sospechado era Martín Soria, quien fue condenado a 4 años de prisión por enviar cartas extorsivas a la familia de Nicolás.
Por ahora, los remiseros no será imputados. Medina dijo a TD Digital que «no hay elementos que los vinculen con la desaparición de Nicolás».
Ligazón
Medina había solicitado en su alegato del juicio a Soria que, “por la ligazón existente entre esta causa y la que se instruye por la desaparición de Nicolás Sabena, se remita copia de la sentencia a la Fiscalía de Instrucción que se encuentra avocada a la misma, a los fines de que se investigue la posible participación, como autores, cómplices o encubridores de las siguientes personas: Vargas Parra -padre e hijos/as-, Walter Esteban Bustos, Martín Ezequiel Soria y Angel Gustavo Zabala, ya que por distintos elementos traídos a este Tribunal, existe una correlación entre todos ellos y la desaparición de Nicolás Sabena”.
Sentenciado
Los tiempos de investigación de Walter Guzmán en la causa por la desaparición de Nicolás Sabena parecen sentenciados.
La designación de Medina en el caso intentó ser una salida decorosa a un final anticipado.
Rosa cuestionó duramente la investigación de Guzmán que no logró resultados tras dos años de instrucción. El intento de forzar su apartamiento no encontró eco en sus propios abogados, pero la madre de Nicolás logró trasladar su malestar a la fiscalía General.
Medina puso en evidencia sus marcadas diferencias con Guzmán cuando le pidió investigar a cinco personas, luego del juicio al remisero Soria.
El fiscal de Instrucción no ocultó su malestar con la postura de Medina, pero con el tiempo debió resignar su participación en el caso.
Aunque formalmente Guzmán y su par de Cámara deberían compartir la investigación, en los hechos quien toma las decisiones es Medina.
Cada jornada, el funcionario judicial pasa largas horas con Rosa y ya decidió varias resoluciones para avanzar en el caso. Las imputaciones y detenciones de los Vargas Parra fue el primer síntoma del cambio en el control.
La llamada
El año pasado, TD Digital anticipó que los Vargas Parra habían sido alertados por la Policía antes de los operativos de rastrillaje. La excusa había sido la presencia de perros peligrosos pero en el entorno de la familia Sabena desconfiaron de una relación entre los sospechosos y la fiscalía.
El doctor Félix Nieto, abogado de Rosa, confirmó que fue Guzmán quien admitió al menos una de las llamadas.
«En una oportunidad el fiscal me confió que se había hecho la llamada para evitar que se mataran 10 perros feroces que tenía esta familia. No quiso matar a los animales. No se si llamó él personalmente ó a través de la Policía, creo que lo hizo a través de la Policía», expresó el abogado.
Luego, el secretario Guillermo González debió explicar lo sucedido en una conferencia de prensa.