El doctor Muñóz debe resolver si la causa queda en manos de la fiscalía de Guzmán ó pasa al Juzgado Federal. Los investigadores ya tomaron contacto con la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal para la aplicación de georradares. En relación a las figuras de «ritos umbanda», en la fiscalía admiten que «no tienen ningún valor probatorio de peso».
Crece la expectativa en los Tribunales de Río Cuarto por la decisión del juez de Control Daniel Muñóz sobre quien debe investigar la desaparición del joven Nicolás Sabena, ocurrida en septiembre de 2008.
El doctor Muñóz debe resolver si la causa queda en manos de la fiscalía de Guzmán ó pasa al Juzgado Federal, como solicitó el doctor Jorge Valverde, abogado defensor de la familia Vargas Parra.
Los sospechosos están imputados de privación ilegítima de la libertad, un delito que sería de competencia federal, según el criterio de Valverde.
Mientras se espera el fallo del juez de control, los investigadores ya tomaron contacto con la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal para la aplicación de georradares.
En la vivienda solo se secuestraron elementos -pertenencias de Nicolás- que ratifican la presencia del joven, pero no hubo cambios sustanciales.
En relación a las figuras de «ritos umbanda», en la fiscalía admiten que «no tienen ningún valor probatorio de peso».
«Es solo un indicio y nada más. Esto puede tener algún valor para la discusión social pero no puede ser utilizado para imputar ó detener a alguien. Esto apareció ahora, en el último allanamiento, pero para nosotros no tiene vlor probatorio de peso», indicó una alta fuente de la investigación.