Argentina le jugó palo y palo a Brasil, el mejor del mundo. No pudo romper la racha negativa de resultados en la Liga Mundial, pero sí recuperó nivel de juego y actitud. Forzò el tie break, pero cayó 3-2 con parciales de 17-25, 25-23, 20-25, 25-19 y 10-15. Ahora hay que ganarle a Serbia para poder clasificarse a las finales de la Final Six de la Liga Mundial.
Argentina llegó a este choque con el mejor equipo del mundo perdiendo los 12 partidos que precedían a esta serie Final de Seis en Córdoba. Encima en el debut local en Córdoba enfrente estaba Brasil, con quien el historial en la Liga Mundial marcaba una paternidad carioca que asustaba: 18 triunfos en igual cantidad de partidos. Estaba más que claro que un triunfo de nuestros muchachos era casi una utopía y la confirmación de la derrota por 3 a 2 no hizo más que sentenciar lo que era un hecho, pero lo que vale es la actitud y la recuperación que mostró Argentina ante una potencia mundial. Con parciales de 25-17, 23-25, 25-20, 19-25 y 15-10, Brasil se quedó con el triunfo pero hizo que el público del Orfeo despida a la Argentina con un aplauso y le ponga a Weber una sonrisa esperanzadora para el choque decisivo ante Serbia.
Brasil se quedó con el primer parcial marcando las diferencias lógicas. Argentina casi no pudo reaccionar ante los tremendos bombazos de los cariocas. Pero esa superioridad brasileña hizo que se relajen demasiado y gracias a una buena recepción del líbero González y una entrega total de todos, los muchachos de Weber se llevaron el segundo, volvieron a sobreponerse en el cuarto y así obligaron a una definición en el quinto sets. Ahí apareció la potencia y precisión del mejor equipo del mundo y el resultado se cerró con un 15-10 que ilusiona. Brasil ganó bien, pero Argentina mostró otra cara y así ahora va por un triunfo ante Serbia que le permita meterse e