Faraónica inauguración de la pirámide de gobierno de Alberto Rodríguez Saá

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El 9 de julio pasado, mientras en Tucumán se ultimaban los detalles para el recibimiento de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Rodríguez Saá encabezó su propio festejo “faraónico” por el día de la Independencia. A las cero horas del viernes, el excéntrico mandatario inauguró las Terrazas del Portezuelo, una imponente pirámide de vidrio deconstruída que será la sede del Gobierno “por los próximos cien años”, según vaticinó, ante el aplauso de unas 500 personas. En el acto hubo juegos de luces, pirotécnia, un encendido discurso y hasta música reversionada para agazajar al Alberto.

Mientras todos aguardaban al gobernador, de fondo el tenor Daniel Fernández, conocido por su participación en programas de Gerardo Sofovich, cantaba una particular versión de Guantanamera con loas a Rodríguez Saá: «Todos felices, cantemos todos felices, hoy los puntanos, cantemos todos felices. De corazón yo le digo, gracias por confiar, a quien hoy lleva las riendas, Alberto Rodríguez Saá, que como toda su obra, por siglos perdurará”, entonaba con una métrica más que forzada.

Enseguida, cambió la música y, por pedido expreso de Saá, el cantante comenzó a musicalizar la noche con “A mi manera» de Frank Sinatra, para que el hombre del peronismo disidente haga una entrada triunfal, rodeado por su seguidores, besando a cuanta mujer se le cruce, y con la imponente pirámide de cristal iluminando el firmamento.

“Esta obra tiene 78.000 metros cubiertos, y 12.000 metros semicubiertos, un total de 90.000 metros cuadrados de construcción y costó 350 millones de pesos, es decir 920 dólares el metro cuadrados, un precio razonable, equitativo y justo, que también nos hace sentir orgullosos”, resaltó Rodríguez Saá, quien esa misma madrugada anunció un nuevo derecho humano a la “la inclusión digital”, que garantice el acceso a Internet de todos los puntanos en forma gratuita y al que el mandatario catalogó como «el primer derecho humano de cuarta generación».

Críticas a la pirámide de Gobierno. La colosal obra pública despertó críticas en la oposición, que salió a cuestionar la funcionalidad de las Terrazas del Portezuelo. Walter Ceballos, dirigente radical, apuntó a Perfil.com que “la provincia tiene en sede administrativa central, entre todas sus reparticiones menos de cinco mil personas, es decir que con 20 mil metros cuadrados de obra alcanzaría para contener a todos; esta obra tiene 90 mil metros cuadrados y encima está ubicada a 11 kilómetros del centro de la ciudad, por lo que un laburante sin medio de transporte tiene que gastar por lo menos 35 pesos para ir y volver a hacer trámites”.

Ceballos explicó que hace una década se remodeló por completo la casa de Gobierno y sostuvo que los cientos de millones que se gastaron en la pirámide de cristal tendrían que haber sido destinado a otro tipo de obras. “Con la plata que se gasto en ese mamotreto (según el presupuesto 357 millones de pesos, aunque la oposición afirma que son más de 500), se podrían haber construido 3.000 viviendas, generando 6.000 puestos de trabajo y pavimentado 5.000 calles . Este edificio está hecho para que lo vean los que pasan por la autopista y digan ‘Ahhhhhh’, nada más”, manifestó.

Más allá de las críticas, Rodríguez Saá se mostró muy contento con la concreción de la obra y prometió inauguraciones de nuevas obras en serie cada 20 días. La pirámide principal, además de albergar al Ejecutivo, tiene en su tercer piso el despacho del mandatario; en el quinto, una residencia particular con habitaciones; y en el sexto, un salón privado para que Saá se sienta como en su casa.

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