Todo mundial, un recreo para la vida

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El Fútbol argentino, por Dr. en filosofía Carlos Perez Zabala.

Tomé datos de 2004 Di Giano, Roberto “El fútbol de elite y su reapropiación por los sectores populares” en Biagini-Roig El pensamiento alternativo en la Argentina del siglo XX. Editorial Biblos. Buenos Aires.

Desde 1860 hasta fines del siglo XIX la práctica del fútbol fue ejercida casi exclusivamente dentro del marco de la colonia inglesa.

Pero, poco a poco, el fútbol, deporte de indudable origen británico, fue recreado por la acción de diversos grupos de jóvenes pertenecientes a los sectores populares, al comienzo en Buenos Aires, pero luego en todo el país.

Los grupos recreadores están integrados por hijos de inmigrantes españoles e italianos y criollos de menores recursos. El deporte les permitía tener un complejo y heterogéneo mundo cultural desde el cual podían impugnar la posición subordinada que les asignaba la elite dominante. Esta no quería seguir participando de una práctica que daba rienda suelta a las emociones y sentimientos, a las controversias y pasiones. Criticaban el “uso excesivo del dribbling o gambeta que evitaba el choque corporal” al cual son afectos los anglosajones. Pero el fútbol nacido en el potrero irá mostrando “un rostro propio”. Surge el “crack”, el “virtuoso”, el “habilidoso”, como Erico Suárez, como lo serán Corbata, Ortega, Maradona, Messi…

Con el fútbol, en su versión criolla, ocurre algo similar a lo que pasó con el tango, nace en el suburbio, pero avanza sobre el centro y luego sobre las demás regiones.

A partir de la reforma electoral de 1912 serán son los mismos protagonistas de la recreación del fútbol, inmigrantes y criollos de menores recursos los que irán limitando el poder político de liberales y conservadores.

El presidente Alvear (1922-1928) inauguró la costumbre de dar el “puntapié inicial” para comenzar un partido.

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