Hay cosas que nos dejan meditando por largas horas. Por ejemplo ¿a dónde va la risa, una vez usada? Es que seria como el teléfono celular. Luego de un mensaje, este se borra y se pierde para siempre. Se sabe que se hizo ya que queda un registro en la computadora. Pero es solamente para controlar el cobro. Pero la esencia; lo que se dijo, se perdió. En el pasado, las palabras se guardaban e iban formando la historia. Además de asegurarse de que lo que se había dicho,… se había dicho y no se podía negar, quedaba para las generaciones futuras, algo. Era una forma de recopilar la historia.
Hace ya muchos años, nuestros ancestros comentaban las noticias y conocimientos en forma verbal. Del total, una mayor parte se perdía. Luego vino el papiro, el papel y sus variaciones hasta que… oh casualidad, volvemos a perder todo. Aquello maravilloso que tenían las cartas donde se releían una y otra vez, se analizaban y se rememoraba lo dicho, se perdió. Hoy, es todo virtual. No perdamos tiempo. Es que lo tenemos que dedicar a… ¿a qué? Y así estamos corriendo tras nada en busca de nada. Nos sucede que estamos llenos de conocimientos pero vacíos de mente. Poco es lo que tenemos y así se «aprovechan de nuestra nobleza» ciertos estamentos. Como todo es virtual y no hay nada escrito, al tiempo eso no sucedió. Solamente y siempre y cuando se haya grabado o filmado, se podrá reproducir. Pero eso sucede en actos importantes o que así lo crea, una persona. Después, lo que tenemos son fotos impresas o digitales que no dicen nada, solamente a los que ahí estuvieron. Y las mostramos y hartamos a nuestros amigos y conocidos.
¡Qué pena! Pero hemos perdido mucho tras el progreso.
Atentamente
Juan R Bell
92061605
Rio Cuarto