La situación de la economía real hacia el primer cuatrimestre del 2010 se presenta tranquila. No se observan grandes altibajos en las principales variables económicas más allá de la constante en el nivel de inflación, que genera consecuencias negativas, como desabastecimiento y racionamiento por un lado, y consecuencias positivas para algunos sectores, como el incremento en el consumo de bienes de lujo.
Y es que al malestar de los consumidores por el incremento de los precios se comienza a sumar un factor adicional que es el faltante de bienes básicos para la alimentación, como el azúcar, harina o aceite.
La razón del por qué de este faltante, puede resumirse en un cúmulo de factores que lamentablemente se potencian entre sí, complicando cada vez más la situación de los consumidores. Por un lado, el escaso poder adquisitivo de la gente y las expectativas de mayor inflación para los próximos meses conduce a las familias a adelantar la compra de bienes indispensables cuando observa un precio atractivo o apenas percibe sus ingresos periódicos; así se incrementa de manera importante el consumo mensual de estos bienes; de hecho, el 43% de los consumidores manifiesta haber modificado de manera drástica su habitual consumo en el último tiempo como consecuencia de la inflación. Por otra parte, es reconocida la estrategia de los comercios de retener alguna mercadería en inventarios cuando se sabe que su precio está por ajustarse al alza. Además, el importante incremento de la demanda muchas veces impide a las empresas abastecer a los todos mercados en tiempo y forma.
Pero, este fenómeno tiene otras implicancias menos negativas para la economía general. Tal es el caso del incremento en el consumo de bienes durables y de lujo, como los automóviles, cuyo mercado a nivel nacional y mundial ha retornado al boom. Río Cuarto también muestra una situación similar, ya que los patentamientos de autos cero kilómetro aquí se destacan no sólo con respecto al promedio provincial, sino también de muchas provincias del país. En la ciudad, estos patentamientos en lo que va del año han dejado atrás por mucho al número que se alcanzaba en el mismo período del año pasado.
Según los datos que muestra la Dirección Nacional de Registro del Automotor para la ciudad, las nuevas inscripciones (patentamientos de autos cero kilómetro) dan cuenta de que la población riocuartense ha incrementado el consumo de nuevos vehículos en casi un 9% para los primeros cinco meses de 2010, en relación al mismo período del año 2009. Si bien a simple vista esto puede parecer paradójico debido a la actual situación del país, ya que se convive con una alta inflación que provoca una fuerte caída en el poder adquisitivo, el aumento del consumo de autos 0 km es una consecuencia lógica de la actual situación.
Entre las razones de por qué esto sucede, se pueden citar las siguientes: en primer lugar, la alta inflación conduce a un sector de la sociedad a resguardar su dinero invirtiéndolo en automóviles, electrodomésticos, televisores LSD, etc. De esta manera, el contexto inflacionario convierte a estos bienes en objeto de resguardo de los ahorros.
Otra causa radicaría en que se está ampliando la diferencia de ingresos entre las familias riocuartenses a favor de los sectores de mayor poder adquisitivo. Así, se amplía la brecha de ingresos haciendo que quienes tienen más, ganen cada vez mayores ingresos y quienes tienen menos, ganen cada vez menos, en términos relativos. Según lo anterior, sólo quienes tienen un alto nivel de ingresos pueden cambiar su automóvil por un modelo más actual.
De esta manera, racionamiento, desabastecimiento, “precios avivados” y consumo de bienes de lujo, son cosas que nos acostumbraremos a ver mientras haya un contexto inflacionario como el actual, y sobre todo mientras no haya señales concretas que manifiesten alguna intención de controlar el problema por parte del estado.
Esta es una publicación de Fundación EGE con la colaboración de la Lic. Cecilia Reboyras, Miembro de Fundación EGE, info@fundacionege.org