El trabajador, dueño del gran gesto, se levanta cada mañana bien temprano para recorrer en colectivo durante 30 minutos el trayecto que separa a Berrotarán de La Calera. «Con el sueldo que tengo pago las cuentas y no me alcanza para la comida. Me ayudan desde la Iglesia Evangélica. Eso me hace bien», manifestó. Néstor dijo que devolvió la plata porque «lo que no es de uno no hay que quedárselo».
Clave:
* «Necesitamos una piecita para vivir porque estamos de prestado», dijo la mujer de Néstor.
«Necesitamos una piecita para vivir porque estamos de prestado, pero esto es una cuestión de ellos si nos quieren ayudar», dijo la mujer de Néstor Brollo apelando a la solidaridad de la familia a la que le devolvieron 50 mil dólares.
El trabajador, dueño del gran gesto, se levanta cada mañana bien temprano para recorrer en colectivo durante 30 minutos el trayecto que separa a Berrotarán de La Calera.
«Con el sueldo que tengo pago las cuentas y no me alcanza para pagar la comida. Me ayudan desde la Iglesia Evangélica. Eso me hace bien», manifestó.
Néstor dijo que devolvió la plata porque «lo que no es de uno no hay que quedárselo».
«Nunca me arrepentí. Yo me quedo tranquilo y duermo bien porque mi familia está bien. En el trabajo pensé 50 mil veces en la plata que devolví pero la plata no me hace felíz. A mi me preocupa mi familia y Jesucristo», señaló.