Educación superior y clase media

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Los resultados preliminares de un trabajo del equipo propio de investigación en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Río Cuarto permiten arrojar algunas proposiciones interesantes sobre los mecanismos de reproducción de la clase media local y Provincial. El trabajo comparó el rendimiento y los atributos personales de los 502 alumnos ingresantes en 1998 y de los 498 del año 2009. Los resultados referidos a la modalidad presencial muestran diferencias estadísticamente significativas referidas a:   

Hay menos ingresantes menores de 18 años y un aumento de los de 18 años cumplidos. La edad promedio se mantiene en 19 años tanto en la cohorte de 1998 como en la del 2009. Como curiosidad vale recalcar que la educación a distancia en cambio muestra una edad promedio de 27 años. La relación  es del 60/40 a favor de las mujeres, lo que se mantiene estable y no revela una feminización creciente de la matrícula.
La gestión escolar de la secundaria ha pasado de ser mayoritariamente pública a privada. En 1998 dos terceras partes de los ingresantes (64,5 %) venían de una escuela secundaria pública. En el 2009 el porcentaje cayó al 38,4 % mientras  ocurrió exactamente lo contrario con la escuela de gestión privada. Mientras en el año 1998 apenas 35,5 % de los alumnos ingresantes venían de una escuela con gestión privada en el 2009 ese porcentaje creció hasta el 61,6 %. En dos palabras, casi dos terceras partes de los alumnos que ingresaron en el 2009 ha atravesado una secundaria con gestión privada o sea que sus padres han pagado por su educación. Luego esos alumnos ingresan al circuito de la educación pública y gratuita. De nuevo resulta curioso que los alumnos que cursan a distancia la relación es a favor de la escuela pública (58,5 % contra 41,5 %)
Cada vez hay menos alumnos ingresantes que trabajan. El porcentaje pasó del 15,8 % al 5,6 % del total o sea ha caído a una tercera parte de lo que era. Dicho de otra forma casi 9,5 alumnos de cada 10 no trabajan y dedican la totalidad de su tiempo al estudio. La situación es muy diferente con el caso de los alumnos de distancia donde casi el 70 % de ellos trabaja.
También es estadísticamente significativa la diferencia en el nivel del capital social acumulado en la familia de los ingresantes medido por la educación de sus padres. Han disminuido los casos de madres con educación primaria completa habiendo aumentado las madres con nivel de educación superior. Mientras que se mantiene en aproximadamente el 30 % de madres con educación secundaria completa en ambas cohortes, en la década que separa las dos mediciones el aumento de madres con educación superior completa ha aumentado casi dos veces y media pasando del 8,8 % al 29,6 %. Dicho de otra forma el 60 % de las madres de los alumnos ingresantes tiene ahora madre con educación secundaria o superior completa. En distancia la acumulación de capital social es menor. La mitad de los alumnos tiene madre con primaria completa y sólo el 13 % de las madres ha completado la educación superior.
En el caso de la educación de los padres aumenta en forma importante la educación secundaria completa (del 25,3 % al 35,7 %) y se duplica el porcentaje de padres con educación superior completa pasando del 8,6 % al 17,3 del total. En el caso de distancia las cifras siguen siendo mucho más bajas con solamente el 4,9 % de los padres con educación superior completa.
Si se mide el rendimiento de los alumnos también ha mejorado. Disminuye significativamente la proporción de alumnos que no regulariza ninguna asignatura durante el primer año, habiéndose constatado el aumento significativo de alumnos que regularizan las seis asignaturas. También aumenta la permanencia con una baja de 7 % de los alumnos que pasan a la condición de pasivos.
 

Estos resultados sugieren que en una década han cambiado varias cosas. Mejora el rendimiento de los alumnos los cuales presentan características bien marcadas: provienen ahora mayoritariamente de escuelas secundarias con gestión privada, casi todos ellos dedican su tiempo al estudio y no trabajan, y los padres presentan un mayor nivel de educación. De esta forma la educación pública que es prestigiosa, de calidad, con fuerte carga en enfoques filosóficos, epistemológicos, de ciencias básicas, matemáticas y lógica entre otras, se ha constituido en un mecanismo de reproducción de las clases medias cordobesas que pagan la educación secundaria de sus hijos pero que reconocen el aporte sustantivo de la universidad publica y gratuita y reciben este subsidio de la sociedad en general. Por otro lado, las capas de menores recursos parecen estar todavía demasiado alejadas de una educación que muchas veces se dice promotora de la equidad, popular y liberadora. En dos palabras, si uno de los objetivos centrales de la educación superior es el de favorecer la movilidad social, y sin hacer de este ejemplo ninguna inferencia, lo que se observa para este caso es que la universidad sirve para consolidar la posición de la clase media pero no para promover significativamente a los segmentos más carenciados de la sociedad, que sin embargo, muestran en ocasiones desempeños individuales excepcionales. De lo que se trata es de convertir estos casos brillantes de alumnos que provienen de hogares más desfavorecidos en una regla general.

Dr Roberto Tafani 

      

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