¿Cómo impacta la crisis griega en nuestro país?

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Grecia es el epicentro de la crisis. Y las imágenes de un pueblo en rebelión, que derivó en movilizaciones, incendios y la muerte de tres ciudadanos, recorrieron el mundo entero. Pero el temor no sólo azotó al pueblo griego. También se diseminó por toda Europa. La preocupación  encuentra explicación en el temido efecto dominó, que impactaría primero sobre Portugal, más tarde sobre España e Irlanda y luego sobre toda la zona del euro. En efecto, la nación helénica mantiene en vilo a los gobiernos de todo el mundo, y su final es cada vez más incierto.

Lamentablemente, la conmoción también impacta en la Argentina que, por estos días está llevando adelante su canje de deuda y que ahora debe resignarse a jugar su partido en una cancha más embarrada.

Argentina y Grecia  se encuentran en etapas cruciales. Uno necesita ganar nuevamente la confianza de los inversores. El otro está a punto de irse a un doloroso descenso. En efecto, la Argentina busca resolver la deuda impaga que arrastra desde 2001. Grecia, en cambio, busca a toda costa no pasar por la misma situación que vivió el país en ese entonces, si bien su realidad se asemeja bastante a la de “Argentina 2001”. Ambos se juegan el prestigio y el crédito externo.

El renombrado viento de cola que en tantos momentos benefició a Argentina, ahora está jugando en contra. Es evidente que Argentina llega a instancias finales del canje en un momento que no es el más propicio a nivel global. Y en este tipo de operaciones, el contexto externo resulta fundamental. Semanas atrás, cuando el ministro de Economía, Amado Boudou, anunciara la oferta argentina para resolver la deuda impaga en default, el panorama no estaba tan agitado. Hoy, sí. La calificación de “deuda basura” impuesta a los títulos soberanos de Grecia, y la consiguiente caída en los mercados mundiales de acciones y bonos, trajo un sabor amargo entre inversores. De hecho, Standard & Poor′s rebajó la calificación de la deuda de Grecia, Portugal y España, agitando el temor a una crisis generalizada en el área de la Unión Europea.

Con mercados agitados, el interés por entrar al canje es menor, la propuesta pierde atractivo. El efecto más inmediato de la crisis griega sobre la Argentina puede estar en el costo de su regreso al mercado de capitales. La mayoría de los analistas considera que, en las condiciones actuales que impone la economía global, si hoy el país tuviese que salir a buscar crédito, en las condiciones del bono 2017, por ejemplo, habría que pensar en una tasa superior al 10%.

Adicionalmente un agravamiento de la crisis griega puede marcar un punto de inflexión. De hecho, pueden presentarse dificultades es en el “post canje”, ya que algunos de los planes del Gobierno no encontrarán un entorno tan amigable como el esperado.

Fuente: Iprofesinal, Consultora M&S, IEFER Profesional

Esta es una publicación de Fundación EGE, con la participación de Claudina Vasallo, miembro de Fundación EGE, info@fundacionege.org
 
 

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