A consecuencia de esta hemorragia interna, el menor sufrió un paro cardiorrespiratorio por shock hipovolémico que lo llevó a la muerte casi inmediata. En su declaratoria ante el fiscal, el acusado Morales señaló que es «inocente» y admitió que «Luciano lloraba mucho y no se quería quedar en la guardería» a la que concurría. El fiscal Walter Guzmán determinó que el imputado, «en reiteradas oportunidades y aprovechando la situación de convivencia preexistente con el menor», habría abusado sexualmente de Luciano. El homicidio ocurrió el mediodía del 8 de mayo de 2008, cuando Morales se encontraba solo en el interior del domicilio con la víctima.
Clave:
* Este lunes comienza el juicio en la Cámara Segunda del Crimen.
El próximo lunes comenzará el juicio por el crimen de Luciano Luchini, el pequeño de 4 años, que falleció tras recibir un violento golpe en el sector estomacal. La investigación reveló, además, que había sido violado en reiteradas ocasiones.
Por el aberrante hecho está imputado Luis Javier Morales, quien está acusado de homicidio y abuso sexual con acceso carnal agravado.
En la investigación judicial surge como primer hecho que en diciembre del 2007 Morales comenzó a convivir en pareja junto a Fabiana Felipetta y el hijo de ésta Luciano Thiago Luchini, de cuatro años de edad, en la vivienda ubicada en Olegario Andrade 960.
El fiscal Walter Guzmán determinó que Morales «en reiteradas oportunidades y aprovechando la situación de convivencia preexistente con el menor» habría abusado sexualmente de Luciano.
El segundo hecho que derivaría en el crimen del pequeño ocurrió el mediodía del 8 de mayo de 2008, cuando Morales se encontraba en el interior del domicilio.
El presunto homicida le habría aplicado intencionalmente golpes de puño o punta pie en el cuerpo del pequeño causándole una fuerte lesión en el abdomen con ruptura hepática, lo que generó una gran hemorragia.
A consecuencia de esta hemorragia interna, el menor sufrió un paro cardiorrespiratorio por shock hipovolémico que lo llevó a la muerte casi inmediata.
En su declaratoria ante el fiscal, Morales señaló que es “inocente”. Admitió que “Luciano lloraba mucho y no se quería quedar en la guardería” a la que concurría.
Añadió que “Fabiana contó que con su anterior pareja había sufrido mucho, que él la golpeaba” y agregó que “el padre del niño le pasaba todos los meses la cuota de alimentos ($380), pero que no lo venía a ver”.
El padrastro recordó que el día del violento episodio que terminó con la vida de Luciano el pequeño “se levantó a las once y Fabiana cuando lo va a vestir observó que había sangrado la nariz, había manchado el cubrecama y tenía la cara -los pómulos- con sangre”.
La mujer había partido hacia un comercio y a los 20 minutos, según relató Morales, sintió un fuerte ruido. “Fui a ver que pasó y lo encontré a Luciano tirado en el suelo, me asusté mucho porque tenía los ojos abiertos pero la vista extraviada”
Aseguró que llamó a la madre pero ella se había olvidado el celular. Dijo que acostó a Luciano en su cama, dejando las piernas colgando y le practicó los primeros auxilios.
Cuando llegó la madre llamó a una ambulancia. Finalmente, fue un viajante que estaba en un comercio frente a la vivienda quien trasladó a la criatura hasta el dispensario Número 1 donde advirtieron la gravedad del cuadro.
Luciano fue trasladado al Hospital, donde finalmente murió.
En su evaluación, el fiscal sostuvo que “a fin de descartar algún tipo preterintencionalidad en el resultado mortal, es de fundamental importancia señalar que, según Morales, él mide un metro ochenta y tres, un metro ochenta y cinco y pesa cien kilos, por lo que es obvio y razonable que no es lo mismo propinar un golpe a una persona mayor o en su caso, de una estructura física estándar, que a una criatura de cuatro años de edad, de 1.06 cm de talla y un peso estimado de 16 kg.. Razonablemente es de prever que un golpe de magnitud puede provocar el resultado que efectivamente causó”