Leonardo Astrada casi no tiene argumentos para sostener la inclusión de Ariel Ortega en el próximo partido. Durante el «castigo», el jujeño ni siquiera mejoró su disciplina. ¿Por qué ahora?
Dicen que el jueves, cuando Leonardo Astrada le ordenó a Ariel Ortega que cambiara de equipo y jugara para los titulares en el entrenamiento de River, el piso del entrenador se movió, agitado por el hombre que más lo respalda dentro del club: el mismísimo presidente Daniel Passarella.
En esas horas previas al choque con Lanús, las cámaras de televisión captaron el gesto de sorpresa del delantero ante la decisión tomada por el técnico sobre la marcha. ¿Fue un cambio espontáneo del «Jefe» en medio de la práctica? De cualquier modo, ya había probado de todo, siempre sin soluciones.
Sin embargo, parece que nada quería saber la máxima autoridad «millonaria» con que «El Burrito» volviera de un día para el otro para sacar las papas del fuego de este River al que ya cualquier rival cocina a su preferencia. Y se lo habría hecho saber con una dura advertencia.
Casualidad o no, la idea de Astrada fue rápidamente descartada y finalmente Ortega ni siquiera concentró para el partido de ayer. «No hablé con Passarella y nadie me dijo nada. Hago lo que siento», se excusó por entonces el DT.
¿Por qué ahora sí, entonces? ¿Qué pudo haber cambiado de repente en la vida de Ariel Ortega que haya convencido al «Negro» de que está mejor y que puede aportarle una solución? El ídolo no juega desde hace dos meses -segunda fecha, ante Chacarita- y el próximo partido de River frente a Newell′s será este miércoles…
Mientras tanto, en River no se dio a conocer evolución alguna respecta de la enfermedad que arrastra Ortega, ni el propio «Burrito» sacó un sobresaliente en disciplina durante las últimas semanas: llegó tarde a un entrenamiento y se fue sin trabajar de otros dos.
«Lo necesitamos como lo necesita River», esbozó anoche Astrada, después de la derrota. Algo así como un manotazo de ahogado.