Un pan para cada concejal

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En el Concejo Deliberante hay olor a pan recién horneado. Se sabe que en el cuerpo legislativo de la ciudad siempre se está cocinando algo, y que muchos han salido más chamuscados de lo que entraron.

Pero a raíz del escándalo de los biscochitos protagonizados por el concejal Gustavo Segre y su secretaria Verónica Abasolo, el Concejo más que un Concejo parece una panadería. Aunque el horno no está para bollos, bien vale la pena distender un poquito la gravedad política del asunto, con un poco de humor al mejor estilo cordobés.
¿Sabés a quién le dicen…Pre mezcla para ñoquis?.- Walter Páez, empleado del bloque justicialista. En realidad nadie sabe muy bien cuál es su función específica en el Concejo, eso sí cumple horario, milita, lleva y trae, recibe gente, llama por teléfono, organiza actos y toda esa actividad fundamental para que el movimiento siga andando. 

Pan Flauta.- Viviana Yawny, el preferido de los travestis.

Pan caliente.- Este mote se le puede atribuir a más de uno de los miembros del Concejo en todos sus escalones. Cada vez que alguien va a busar a un concejal o a un empleado, quien quedó en la oficina responde: “recién sale. ¿Querés que le diga algo?

Pan triste.- ¿Quién podría ser sino el solitario concejal Eduardo Scoppa? Apabullado por los números que le acercan y que nunca le cierran, su ánimo anda siempre por el suelo.

Pan casero.- Ricardo Rojas, pura grasa. 

Pan de caracoles.- No existe. Este mote es especial para… para… mmm…uy!…no me acuerdo como se llama.

Merengue.- Enrique Novo, primero te gusta y después te empalaga.

Pan viejo.- Jorge Cendoya, el más duro de todos.

Pan de leche.- Marta Bavera, con uno solo alcanza y sobra.

Galleta.- Guillermo Natali, pura cáscara.

Miga en el bolsillo.- Estela Concordano, viene de la escuela.
Pan duro.- Fabricio Pedruzzi, siempre está a punto de rallarse.

Pan sin sal.- Viviana Pomilio, el elegido por las mujeres.

Tostadas.- Víctor Nuñez, duro por fuera pero blando por dentro.

Biscochito.- Gustavo Segre, no hace falta decirle por qué.

Faltan algunos, pero como el objetivo de esta picaresca no es  recalentar los ánimos y por temor  a que la broma no se sepa apreciar, omitiremos algunos apodos como pan de salvado, budín de pan, pan mojado y pan de ayer.
Queda a criterio del lector averiguar a quién pueden pertenecer estas referencias. No sea que este artículo se convierta en pan para hoy y hambre para mañana.

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