Video: Nota con Montiel y Guerrero
Pablo Montiel y Manuel Guerrero viajaron al país andino para realizar el camino del Inca y visitar el Machu Pichu. Sin embargo, los aludes que pusieron en vilo la vida de miles de turistas les impidieron arribar al lugar. Cuando regresaban, en la Plaza de Armas observaron el drama de los programas asistenciales y se quedaron a ayudar. Con otros extranjeros emprendieron una aventura por las poblaciones más afectadas. Realizaron curaciones, analizaron el cuadro epidémico y alcanzaron alimentos y ropa. Ayer regresaron al país en un Hércules de la Fuerza Aérea.
Foto: Manuel (tercero) y Pablo (Cuarto, de izquierda a derecha), junto al equipo de asistencia.
Regresaron a la ciudad los dos médicos riocuartenses que emprendieron un viaje turístico a Perú y decidieron quedarse en el país andino para colaborar en la asistencia de las víctimas por los aludes.
Pablo Montiel y Manuel Guerrero viajaron para realizar el camino del Inca y visitar el Machu Pichu. Sin embargo, el temporal que provocó la muerte de una joven argentina y dejó varados a miles de turistas les impidió arribar al lugar.
«Estábamos en una zona que se llama Valle Sagrado y está cerca de Cusco. Fuimos para hacer Turismo y esperábamos el tren para ir a Aguas Calientes. Por los aludes se frenó el viajo y nos salvamos de milagro», recordó Pablo.
Ambos recordaron que los caminos «estaban muy peligrosos, se desbordaban los puentes y no había comunicación con la zona».
«Volvimos a Cusco y nos enteramos que en Aguas Calientes los turistas estaban varados. El barro ya había arrasado con las poblaciones», precisó.
Cuando regresaban, en la Plaza de Armas observaron el drama de los programas asistencias y se quedaron a ayudar. Con otros extranjeros de Canadá, Estados Unidos y España emprendieron una aventura por las poblaciones más afectados.
Manuel dijo que llamó la atención que «éramos los únicos médicos autoconvocados y nos tuvimos que hacer cargo de la organización en los pueblos porque el gobierno no intervenía».
«De todos modos, nos sentimos muy orgullosos porque pudimos ayudar la gente, reconocer el ambiente y crear un plan de prevención», sentenció.
Al llegar a los poblados destruidos por los aludes realizaron curaciones, analizaron el cuadro epidémico y alcanzaron alimentos y ropa.
Ayer, los médicos regresaron al país en un Hércules de la Fuerza Aérea.