El doctor Julio Rivero imputó a Auce de Peculado (por haber sustraido de la oficina médica el alcohol y las pastillas que estaban bajo custodia de la administración pública), de Vejámenes (trato humillante del funcionario público hacia los detenidos) y de Abuso Sexual con acceso carnal agravado por su condición de integrante de la fuerza policial en ocasión de sus funciones. De esta forma, dio credibilidad al testimonio de Carena que la propia Policía intentó desestimar.
Clave:
* La orden de detención fue librada poco después de las 17 de ayer.
Luego de que el fiscal de Instrucción Julio Rivero anticipara en diálogo con TD Digital que ordenó la detención del policía José Auce por el escándalo en la Jefatura de la Departamental, se confirmó la detención y el traslado del acusado a un calabozo policial.
El fiscal imputó a Auci de Peculado (por haber sustraido de la oficina médica el alcohol y las pastillas que estaban bajo custodia de la administración pública), de Vejámenes (trato humillante del funcionario público hacia los detenidos) y de Abuso Sexual con acceso carnal agravado por su condición de integrante de la fuerza policial en ocasión de sus funciones.
De esta forma, dio credibilidad al testimonio de Nancy Carena que la propia Policía intentó desestimar.
El jefe de la Unidad Departamental, Walter Albelo, había señalado en conferencia de prensa que la mujer «es una persona muy conflictiva», luego de que la denunciante relatara durante varias horas en la fiscalía el escandaloso episodio del que asegura haber sido víctima.
La denuncia de abuso sexual contra el agente reveló que el pasado 27 de enero hubo un contexto de drogas y alcohol que habría derivado en el aberrante hecho.
Nancy, la mujer que acusó a Auci de haberla obligado a practicarle sexo oral, desató una trama que tiene en vilo a la fuerza policial y que ya generó una detención.
Rivero no avanzó con presuntas responsabilidades de los jefes a cargo de la Departamental cuando ocurrió el hecho, aunque no descartó sumar otras imputaciones.
El agente denunciado por el abuso habría vendido las pastillas y el alcohol puro que los presos mezclaban con un jugo de naranja y luego consumían.
Una mujer sufrió una fuerte descompensación y debió ser derivada de urgencia al Hospital.