Aplausos y música de Jazz en el último adiós al Negro

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Video: Informe del homenaje

Hubo un recorrido a pie desde la Sala Velatoria de calle Irigoyen hasta el Teatro Municipal. Familiares y cientos de amigos y allegados del músico acompañaron el recorrido hacia el principal templo de la cultura. Los riocuartenses saludaron desde las calles y en los balcones de los edificios. Muestras de profundo dolor se conjugaban con recuerdos inolvidables de un artista de vocación y un ciudadano con temple solidaria. Vecinos que solo lo conocieron en el escenario le brindaron su admiración y lloraron su adiós.

Clave:
* Dirigentes políticos y sociales, artistas y amigos de la infancia del Negro también participaron de la despedida.

Entre acordes de Jazz, las voces de un coro y el aplauso de los riocuartenses, Carlos Granado recibió el homenaje cálido de la ciudad en la despedida al artista y al símbolo de una generación de músicos que definió una época.
El carruaje que trasladaba el cuerpo del «Negro» cumplió el trayecto desde la Sala Velatoria de calle Irigoyen hasta el Teatro Municipal, con el acompañamiento a pie de cientos de personas y el elogio emotivo que se sumaba en cada esquina ó en los balcones que describían el luto infinito.
Amigos del escenario y de la noche, compañeros de escuela y admiradores de su arte se reencontraron en el dolor que despojaba las penas ante el primer recuerdo. Es que el Negro conmueve por su ausencia pero alegra el alma desde la memoria por lo que hizo y compartió.
Al llegar el carro fúnebre al frente del Teatro los compañeros de Saxo & Asociados lo recibieron con música de jazz mientras soportaron la angustia. La emoción pudo más que el esfuerzo que exigía el instrumento y fue el turno del periodista Ricardo Sánchez, único orador del acto, quien leyó un escrito en el que definía a Granado como un pianista capaz de hacer de sus diez dedos uno solo, dejándose impulsar por el corazón.
El coro permitió generar el clima de reflexión que anticipó la despedida y al final, otra vez los aplausos reconocieron al artista y su obra.
El cuerpo de Carlos Granado ya descansa en el panteón de la Sociedad Francesa. Allí recluyen su epílogo físico y la inmortalidad de su aura.

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