El dólar subirá. No hay alternativa. Con inflación en alza el tipo de cambio se revalúa, eso afecta las exportaciones y sin exportaciones y divisas no hay incorporación tecnológica para el país. Como en una era de innovación permanente el crecimiento depende fuertemente de la innovación entonces el dólar no debería atrasarse.
El punto es que según los datos oficiales la inflación no es grave. Las visitas a los supermercados dicen intuitivamente otra cosa. Veamos: tres kilos y medio de carne cuestan 109 pesos. Los impuestos municipales pasarán en Córdoba de 53 pesos en algunos casos a 135 esto es, más de un 150 % de aumento. Rentas de la Provincia aumentó alrededor del 40 %. En Noviembre algunas estaciones de servicios reportan hasta 8 aumentos de la nafta en el mes. Los ejemplos sobran, todo sube.
Si hay inflación interna y el dólar queda quieto, entonces lo importado se vuelve barato y se pierde la protección de las empresas. Como en Argentina el modelo económico busca fortalecer la producción nacional, entonces la conclusión es ineludible, se debe devaluar. ¿Que significa esto?, que los salarios se deterioran y que más allá del “boom de consumo en Mar del Plata”, la conflictividad social por reclamos salariales serán inevitables.
¿En ese contexto que impacto tiene la salida de Redrado? En realidad como decía el Ex Premio Novel Milton Friedman más allá de los formadores de precios, de las pujas gremiales y de todos los factores que afectan los precios en ultima instancia la inflación es un fenómeno monetario. Es la convalidación monetaria de los factores subyacentes lo que lleva a la inflación. Redrado era el ejecutor de la política monetaria en el país. Entonces ¿porqué tanto purismo por parte del ex presidente del Banco Central?.
Es simple, porque se quería bajar del barco. Así como Redrado se bajó del Menemismo y del Duhaldismo ahora quiso salir del Kirchnerismo. Esta vez su excusa fue el manoseo a las instituciones, el incumplimiento de la consulta no vinculante al Congreso. La torpeza de los Kirchner que no se acostumbran a la división de poderes ni la respetan ayudó en todo. En realidad entonces lo de Redrado fue una estrategia de autopreservación para el futuro. Su caracter acomodaticio y sus falta de lealtades políticas definidas lo llevan a usar el disfraz de salvador republicano. En realidad es más teatro que otra cosa. El problema del dólar lo supera a Redrado. Es la inflación, el gasto sostenido, es la cuestión de los precios relativos lo que interesa. Como se dijo alguna vez en los Estados Unidos, hoy, pese a que todo se reduce al análisis político en Argentina, se podría decir “es la economía estúpido” …
Roberto Tafani