El lugar se encuentra a pocos kilómetros de la ciudad, sobre la ruta 36 en el km 609.
Un productor rural de la zona advirtió sobre la existencia de un lugar donde se realizan faenas clandestinas. Por razones de seguridad el productor prefirió preservar su identidad pero acompañó a las cámaras de Telediario para constatar la presencia de pruebas que denotan el paso permanente de vehículos o carros y los restos de animales faenados.
El lugar se encuentra inmerso es una espesa vegetación que rodea una casa abandonada y olor es realmente nauseabundo. A pocos metros de la ruta, cruzando malezas, nos encontramos con gran cantidad de restos de animales muertos, cueros en estado de putrefacción y bolsas con vísceras.
“Esto es un peligro en todos los sentidos, desde las condiciones deplorables y antihigiénicas en que se faena carne que después quizás consumimos, hasta el escondite mismo, acá pueden matar a alguien y nadie se entera”, advirtió el productor.
Permanecer en el lugar resulta realmente imposible, las moscas, el olor, el encontrar a cada paso restos de animales muertos es ciertamente desagradable.